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REVISTA GENERAL DE MARINA ABRIL 2015

TEMAS PROFESIONALES señalar que el UsMC (17) propuso que estas operaciones se denominasen Amphibious Engagement and Crisis Response, que quizás recoja con mayor precisión lo que la acción anfibia supone en y para el desarrollo de estas acciones en tierra, iniciadas y apoyadas en la mar. El camino por recorrer. Consideraciones en la organización La Fuerza de Desembarco, la Fuerza Anfibia en general, pone en valor la opción anfibia y las posibilidades operativas que ofrece, recogidas brevemente en el apartado anterior. sin embargo, es necesario seguir avanzando en muchos aspectos para que esta herramienta de la Fuerza Naval alcance el pleno valor que posee y sea empleada acorde a ello. En el plano meramente conceptual todas las esferas con responsabilidad en el planeamiento debieran interiorizar, para automatizar, el valor de la respuesta desde la mar, herramienta de valor estratégico que supone, por el mero hecho de disponer de ella, capacidad de respuesta inmediata. Valor de teatro por la posibilidad de desplegarla y llegar a él y desplazarse en su interior por sí misma según las circunstancias operativas. Valor táctico finalmente, capacidad para actuar en tierra pudiendo desarrollar una amplia variedad de cometidos en ambientes desde permisivo hasta hostil. En el terreno teórico, todo esto debiera tener su cabida en los conceptos de empleo específicos y conjuntos. Ello nos permitirá asimismo descubrir cómo debieran incardinarse las diferentes opciones de la Fuerza de Desembarco con los perfiles de misión o misiones genéricas (18) de la Fuerza Naval en los cuales resulte necesario su empleo, expresando todo ello con claridad en el Concepto de Operaciones Navales vigente en cada momento. Para la ejecución de las operaciones anfibias, ya sean las «tradicionales», ya sean las «nuevas operaciones anfibias», pensamos que cada vez tendrá mayor importancia definir con precisión determinadas situaciones parciales estableciendo para ello parámetros medibles hasta llegar a alcanzar la situación final deseada, con prioridad incluso, y según qué casos, de determinadas decisiones básicas, esenciales para la acción anfibia y tomadas en el más alto nivel de la fuerza anfibia para iniciar el planeamiento detallado. Deberemos revisar también las relaciones entre el mando que apoya y el mando apoyado (19) para superar reticencias que impidan alcanzar la fluidez necesaria y llegar a entender que no suponen relaciones de mando ni subordinaciones no deseadas, sino determinadas formas de ejecutar cometidos muy (17) United States Marine Corps. (18) Disuasión y Defensa, Gestión de Crisis, seguridad Marítima y Proyección Exterior. (19) Supported/Supporting Relationship. ATP-8 (C), cap. 2, apartado 0217. 456 Abril


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