Page 155

REVISTA DE HISTORIA MILITAR EXTRA APORTACIONES

APORTACIÓN MILITAR AL DESARROLLO DE... 155 José María Garrido en su libro Músicos granadinos, un grupo de músicos militares retirados organizaron particularmente en Granada una banda com-puesta por unos 25 o 30 instrumentistas, dirigidos por uno de ellos. La simbiosis que en el origen de las bandas de música municipales se opera entre el elemento militar y el civil se refleja y repite a través de la his-toria de dichas instituciones en múltiples detalles como el de la uniformidad en la indumentaria, la utilización de banderas y estandartes, la disposición y marcha de los músicos en los actos públicos al aire libre, que se hacen en forma análoga a las unidades militares, etc. En la etapa fundacional de las bandas civiles abundan en sus reperto-rios las obras musicales de carácter marcial, como las marchas, los himnos y los pasodobles militares; no olvidemos que nos hallamos en esa época cercanos a la guerra de la Independencia. Esta costumbre se ha mantenido hasta el momento en que músicas como la de Bailén, por ejemplo, siguen interpretando hermosas páginas de música militar, como La victoria de We-llington en la batalla de Vitoria, San Marcial o Marcha del general Palafox. Durante todo el siglo XIX y primer tercio del XX van surgiendo por toda la geografía española bandas de música, en su mayor parte organizadas por los municipios. Tras la banda de Dosbarrios, nace en 1819 La Primitiva de Liria (Valencia); en 1825, la de Pozohondo (Albacete), y en 1830, la de Alcoy (Alicante). En la línea de formaciones cívico-militares surge en Mon-toro (Córdoba), hacia 1837, una llamada Banda de Música Marcial. Con esta denominación se organizan en distintas épocas y localidades de España formaciones bandísticas. Curiosamente las capitales de provincia, salvo excepciones como Pa-lencia, son las últimas en crear bandas de música municipales: Barcelona lo hace en 1886, Valencia en 1901, Madrid en 1909, Alicante en 1911 y Gra-nada en 1917. El hecho de que las ciudades con mayor población y recursos económicos e institucionales hayan sido las últimas en incorporarse al mo-vimiento bandístico se explica porque en todas ellas las músicas militares han venido satisfaciendo las necesidades de las poblaciones donde se halla-ban de guarnición. Así, por ejemplo, en Sevilla, donde en 1859 no existía banda municipal, eran las militares del Batallón de Cazadores de Cataluña Número 1, y posiblemente la del Primer Batallón del Séptimo Regimiento de Artillería a Pie, las que actuaban en la plaza de la Infanta Isabel (hoy Plaza Nueva), los jueves y domingos, alternando con la Banda del Asilo de San Fernando, que tocaba los martes. Otro ejemplo más próximo lo tenemos en Burgos en la década de los cuarenta, en que las músicas militares del Re-gimiento de Infantería San Marcial Número 22 y de la Academia Militar de Ingenieros cubrían las necesidades musicales de la ciudad. Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2013, pp. 137-178. ISSN: 0482-5748


REVISTA DE HISTORIA MILITAR EXTRA APORTACIONES
To see the actual publication please follow the link above