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Historia y Cultura Naval mar, al que descendió el 29 de septiembre de 1513, entrando en un Golfo al que bautizó como de San Miguel en honor a la festividad del día. Con su estandarte y metido en él como se aprecia en la foto, tomó posesión del nuevo mar en nombre del Rey de Castilla, bautizándole con el nombre de Mar del Sur, al encontrarse al sur del lugar de procedencia de la expedición, Panamá. Penuria extrema y muerte Desde la altura de los 25 grados sur, nuestros expedicionarios empezaron a pasar fuertes penurias por falta de alimentos y de agua. La sed era una de sus mayores torturas acrecentada, aun más por las altas temperaturas del trópico. En otros mares los tripulantes utilizaban el recurso de recoger el agua de la lluvia mediante velas tendidas en cubierta, pero en aquel viaje, bajo los alisios y las condiciones climáticas a las que estaban sometidos, no les llovió ni una sola vez. Se vieron obligados a comer serrín, pedazos de cuero derretido y hasta ratas. Todo ello motivó la muerte de unos 20 tripulantes y más de treinta enfermos. Los relatos más detallados del viaje son los de Antonio Pigafetta, un hombre 64 BIP culto y curioso, que con 28 años de edad había venido a España acompañando al Nuncio Papal y que debió contar con mucha influencia cuando logró enrolarse en la tripulación sin ninguna dificultad a título de «sobresaliente», es decir, de viajero libre. Tal vez debió convencer a Magallanes de su capacidad para escribir una buena crónica de cuanto iba a suceder, y en este caso relata «que se vieron atacados por una enfermedad por la cual las encías se hinchaban al punto de sobrepasar los dientes de las mandíbulas superior e inferior; los atacados por ella no podían tomar ningún alimento». Esta enfermedad se llama escorbuto y fue descubierta en 1752 por James Lind, un médico escocés que a los 23 años servía como cirujano en la marina inglesa. Este médico escocés viajó por el Mediterráneo y costas africanas, por lo que conocía en profundidad las enfermedades que se sufrían en la mar. En uno de sus viajes 350 marineros fueron afectados por esta enfermedad, llegando vivos a puerto solamente ochenta de ellos, lo que le movió a aplicar diversos remedios y comprobó la importancia de la ingesta de Vitamina C: Dando cantidades extras de cítricos, limones, naranjas, vio como se recuperaban en un corto espacio de tiempo. Uno de ellos, estuvo listo para trabajar a los seis días de tratamiento…Escribió el libro titulado «Tratado sobre la naturaleza, causa y curación del escorbuto». Pigafetta, cuenta en su relato que no la padeció, como tampoco Magallanes, Elcano, los capitanes y la mayor parte de los pilotos. La explicación estriba en que los miembros más importantes de la


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