cuatro semanas Coordina: Elena Tarilonte etarilonte@red.comdef.es Nacional Funeral por los militares fallecidos en el accidente de Canarias Fueron condecorados con la Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo amarillo DOMINGO 27 de abril. Doce de la mañana, hora insular canaria. En la base aérea de Gando (Gran Canaria), miembros del 802 Escuadrón de Búsqueda y Rescate portan a hombros los féretros con cuatro compañeros, los fallecidos el pasado 19 de marzo en el accidente que sufrió un helicóptero Super Puma SH-21 cuando realizaba prácticas de evacuación nocturna desde un buque de la Armada. De fondo se escucha el himno nacional y un respetuoso silencio apenas roto por el llanto de los familiares y amigos del capitán Daniel Pena Valiño, los tenientes Carmen Ortega Cortés y Sebastián Ruiz Galván, y el sargento Carlos Caramanzana Álvarez. Entre los asistentes se encontraban el sargento Johander Ojeda, único superviviente del siniestro, el presidente del Gobierno Canario, Paulino Rivero, y el ministro de Defensa, Pedro Morenés, que impuso a los fallecidos la Cruz del Mérito Aeronáutico con distintivo amarillo, a título póstumo —en la fotografía—. También estaba el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, general del aire Francisco Javier García Arnáiz, que, al finalizar la ceremonia, entregó a las familias las condecoraciones y, una vez plegadas, las Banderas de España que habían cubierto los féretros durante el funeral. Fue a los familiares a los que, epecialmente, se dirigió el vicario general del arzobispado castrense, Pablo Panadero, durante la homilía de la misa funeral. «Han sido unas semanas muy duras, de espera, y estáis cansados. Espero que éste no sea sólo un acto institucional, sino que la misa nos devuelva un poco esa paz, esa serenidad que sentís no tener porque el corazón está roto». También se refirió a los fallecidos —«volved vuestros ojos a ellos»— que «en cumplimiento de su deber han dado su vida por España, por su libertad y su convivencia ». «Poniendo alma, vida y corazón para que los demás pudiéramos descansar tranquilos». «Ellos quedarán para siempre en la memoria de esta unidad —añadió— de este Ejército y de todos los españoles agradecidos», concluyó. LOCALIZACIÓN DEL HELICÓPTERO Las tareas de búsqueda y localización del helicóptero siniestrado comenzaron nada más producirse el accidente. Tras once días de infructuosa búsqueda con medios navales y aéreos, el Ministerio de Defensa contrató a la empresa norteamericana Phoenix Internacional, especializada en el rescate submarino a gran profundidad. Su vehículo Remora II, embarcado en el buque EDT Ares, localizó los restos de la aeronave el pasado 20 de abril. Se encontraba a 2.362 metros de profundidad y en su interior se hallaban los cuerpos de los cuatro militares. Durante la prolongada y compleja maniobra de izado del helicóptero, se desprendieron elementos de la cabina del aparato. Se recuperaron, sin embargo, los cuerpos de dos de los militares fallecidos que fueron Ricardo P. Iruela/MDE trasladados por el buque de acción marítima Meteoro de la Armada hasta el arsenal de Las Palmas de Gran Canaria. Y de allí, al Instituto Anatómico Forense donde se les practicó la autopsia. Poco después, el Rémora II localizó restos que podrían pertenecer a los tripulantes del helicóptero y, tras recuperarlos, también fueron trasladados a Las Palmas para su identificación. La Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares continúa con la investigación abierta para determinar las causas del siniestro. Sin embargo, el Ministerio de Defensa ha decidido suspender la búsqueda tras la valoración hecha por Phoenix Internacional que considera que no hay posibilidades racionales de encontrar nada más. Mayo 2014 Revista Española de Defensa 41
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 306 MAYO 2014
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