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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 312 DIC 2014

—¿Cambiará mucho ahora su rol? —Sí, de manera notable. Las tareas que realizo son casi exclusivamente administrativas, protocolarias y de dirección de un centro sanitario que es único en toda la región oeste de Afganistán. —¿Ha evolucionado el Role2E desde la primera vez que vino destinada? —Mucho. Se han aumentado sus medios con una nueva tecnología y una mayor capacidad de atención. —¿Está preparado este hospital para atender a un gran número de bajas? —Todo el personal perteneciente a este hospital tiene una preparación para venir a zona, en la que se incluye el actuar en situaciones extremas, pero está limitada por el número del personal destinado. Actualmente, somos 30 personas sin contar con los estadounidenses; por lo tanto, la existencia de un número elevado de bajas superaría con creces nuestra capacidad de actuación, sobre todo si son de prioridad 1 (graves). —¿Cómo se entrenan los sanitarios militares para la misión en Afganistán? —Los de tropa pasan por el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla para un entrenamiento en trabajo hospitalario, y luego por la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue (UMAAD), para adiestrarse en medidas de soporte vital básico en combate. Los demás seguimos en nuestro trabajo habitual en territorio nacional y realizamos un curso de soporte vital avanzado. —En el Role2E trabajan médicos de Estados Unidos, muy experimentados en sanidad de combate ¿qué aporta esta cooperación? —Supone una dificultad de comunicación en el trabajo, aunque cada vez más miembros de nuestras Fuerzas Armadas hablan inglés. Lo más importante es que aprendemos de ellos en su forma de trabajar y ellos también de nosotros. No tenemos nada que envidiarles, porque nuestros profesionales son excelentes, aunque contemos con unos medios más escasos, y respondemos rápidamente. Pepe Díaz 30.000 pacientes en diez años DESPUÉS de casi una década de funcionamiento, el hospital militar español Role 2 asentado en la base afgana de Herat atendió el pasado mes de agosto a su paciente 30.000. Desde que fue abierto en abril de 2005 se han realizado 69.000 actos médicos, entre los que se cuentan 1.000 intervenciones quirúrgicas, 891 evacuaciones a otros centros por vía aérea y 1.547 estancias en la UVI. La función principal del hospital es asistir a los efectivos militares con lesiones relacionadas con el combate. Sin embargo, su misión se extiende al tratamiento de enfermedades comunes y otro tipo de lesiones, ya que su capacidad de atención sanitaria es equivalente a la de un hospital comarcal. En el hospital trabajan un total de 44 personas lideradas —¿Cuáles han sido las «lecciones aprendidas» en esta misión por la sanidad militar española? —Ha significado un cambio radical. Inicialmente nuestra medicina era exclusivamente hospitalaria y asistencial en unidades. Ha habido un cambio de mentalidad acerca de cómo tiene que estar preparada nuestra sanidad militar. —¿Qué clase de patologías atiende principalmente el hospital? —De todo tipo y, en aquellas para las que no contamos con especialistas recurrimos a la telemedicina. Se atiende a los integrantes del Ejército y la Policía afganas, por el equipo español, incluidos un equipo estadounidense y, eventualmente, un grupo de médicos y de enfermeros de los Emiratos Árabes. La infraestructura del hospital consta de 30 camas, un banco de sangre y una farmacia que, entre medicamentos y preparados sanitarios, suma casi 3.800 productos. También dispone de instalaciones que permiten practicar cirugía primaria y la posibilidad de conectar con el Gómez Ulla para realizar telemedicina —para las interconsultas— y telecirugía, lo que la convierte en la única formación sanitaria en Afganistán con esta capacidad. En el Role 2 han sido atendidos muchos pacientes civiles procedentes de las localidades cercanas, de los cuales 2.600 han sido mujeres y 2.000 niños. así como a los componentes de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), de la OTAN, y también a la población civil de la zona. —¿Se está haciendo un seguimiento de Setara, la joven afgana que fue operada este verano en España de las heridas que le causó su marido en el rostro? —Sí. Continuamos atendiéndola en este hospital y, desde Madrid, se mantiene un control por parte del Servicio de Cirugía Plástica del Gómez Ulla. Sigue llevando la cara tapada y tiene limitaciones en la movilidad de su boca. S.F.V. «Afganistán ha significado un cambio de mentalidad sobre cómo tiene que estar preparada nuestra sanidad militar» Diciembre 2014 Revista Española de Defensa 27


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