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MANUAL DE SOPORTE VITAL AVANZADO EN COMBATE

876 un medio posteriormente contaminado por los agentes químicos de guerra. o Bajas químicas indirectas: – Bajas que sufren estrés de combate debido al estrés que supone en-contrarse en un ambiente de contaminación con agentes químicos de guerra, sumado a la fatiga física que supone el ir equipado con el equi-po de protección individual de defensa NBQ (EPI) y al temor de ser contaminado por los agentes químicos de guerra. – Bajas por desgaste o calor. La eliminación del exceso de calor corporal se limita mientras se está protegido con el EPI que sumado con la difi-cultad para hidratarse cuando se hace uso de la máscara de protección NBQ, incrementan la probabilidad de sufrir un golpe de calor o de sufrir una deshidratación. 4. Clasificación de los agentes químicos Una forma común de clasificar los agentes químicos de guerra es por el efecto principal que se pretende obtener con su empleo: hostigamiento, incapacidad o muerte. Así un agente de hostigamiento pretende incapacitar a los combatientes mientras estos se encuentren expuestos a sus efectos. Generalmente se recupe-ran poco tiempo después de interrumpir dicha exposición, siempre y cuando las concentraciones y el tiempo de exposición no hayan sido excesivos. Un agente incapacitante también incapacita como su nombre indica, pero el combatiente expuesto a él, en la mayoría de las veces no es consciente de tal exposición, con lo cual no puede tomar medidas de protección. El efecto es prolongado y la recu-peración, dependiendo de la dosis y tiempo de exposición, suele ocurrir sin nece-sidad de tratamiento médico especializado, siempre y cuando no existan lesiones concomitantes. Un agente letal causa la muerte de todo personal expuesto a él. La clasificación convencional en las FAS españolas es la que figura en la tabla II. 5. Efectos de las armas químicas A continuación se describen los siguientes grupos de agresivos químicos de modo general contemplando sus características físicas, vías de acceso, signos y síntomas que provocan en el organismo humano, la existencia o no de periodo de latencia, detección, modo de neutralización y tratamiento. Se han desarrollado los agentes con mayor probabilidad de ser empleados bien por grupos terroristas o por ejércitos convencionales en conflictos armados, como por ejemplo es el caso de los agentes nerviosos (ver tabla IV) y su reciente sospecha de empleo durante el actual conflicto sirio, o como es el caso de empleo de los agentes incapacitan-tes (ver tabla V) que han sido empleados en más de una ocasión, una de las más recientes la acontecida en septiembre de 2004 durante la liberación de los rehenes


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