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LA LEGION 535

Historia<< ba materialmente sembrada de cadáveres. Día 12. Al atravesar la inmensa llanura, de nuevo pudimos contemplar los restos de la catástrofe de Julio, encontrando a nuestro paso más de 50 cadáveres quemados, y unos 10 sin quemar; uno de estos perteneciente al Rgto. de África llevaba en la camisa el nombre de Juan Jurado Escilche, llegados a las kábilas de Belda y Arazda, los sometidos hicieron entrega de 400 fusiles, los cierres de los cañones del Drius, y 5 prisioneros; con ellos quedo una sección de policía y una batería ligera, para defenderlos en caso de agresión. Día 18. A la una menos cuarto de la noche, nos despertaron unas voces atipladas que gritaban: ¡Centinela! ¡Centinela!; y como estos días, según confidencias, venia la Harca enemiga a atacar el campamento con algún sobresalto se supuso que sería la voz de alarma de alguna avanzadilla; de nuevo las anteriores voces volvieron: ¡Centinela! ¡Un prisionero! ¡Un Cabo prisionero! Entonces comprendimos de lo que se trataba, y nos cercioramos al amanecer; cuando nos dijeron que se había presentado un cabo llevando a otro a cuestas y luego a otro soldado, los tres procedentes de cerca de Alhucemas. Día 24. Por haberse presentado en el Campamento del Drius el Embajador de Inglaterra, se organizo la fuerza para desfilar ante el Representante de S.M. Británica ¡pobre señor! que sin buscarlo fue causa de enfado general; se desencadenó un violento ciclón, sin duda alguna del simún, que por más de hora y media nos anegó en arena; después amainó, pero aún con menos fuerza, siguió sin embargo todo el día, preparándose el cielo para un fuerte temporal de agua y viento que afortunadamente cesó. Día 28. Amaneció el día inmejorable; a media tarde se movió viento, que ceso a la entrada de la noche, preparándose una noche serena, nos acostamos algo mas tarde de lo acostumbrado, en la cama se desarrollo una conferencia improvisada sobre el sistema nervioso, y cuando nos cansamos de hablar, después de darnos las buenas noches, nos preparamos a dormir; a las 10 y media y de repente, oímos un tiro muy cerca, luego otro, e inmediatamente una descarga cerrada, y otra, e innumerables: oír los tiros, y salir la gente al parapeto fue todo cosa de gran instante; el ataque tanto tiempo anunciado y esperado, de la jarca, se estaba iniciando; con toda la presteza que el caso requería, medio me vestí, y preparado con los Santos Óleos, salí de la tienda para incorporarme con el médico, al lugar señalado para el botiquín; no se oían más que tiros y descargas por todas partes; pronto comenzaron a funcionar las 16 ametralladoras; el número de unos 200, había llegado hasta el parapeto, y sobre todo, por la parte del barranco atacaba con increíble dureza; tuvieron que entrar en función las bombas de mano; el fuego parecía ir siempre en aumento; pronto tuve que intervenir para administrar la Extremaunción a un herido gravísimo en el campamento general, tocaron a generala, pero como los tiros venían a nuestro campamento, avisó el Comandante Franco al general Berenguer por teléfono para que suspendieran el fuego, pronto se oyó un toque de atención; y desde entonces, sin el temor de la espalda, con una increíble serenidad y hasta buen humor, se continuo el fuego desde el parapeto del Tercio; el enemigo que indudablemente no esperaba esa enérgica protesta de su cobardía por venir de noche, y quizá escarmentado, fue cediendo poco a poco; cuando el fuego aminoraba el Comandante mandó tocar silencio floreado, y el corneta interpreto habilísimamente unas malagueñas siendo aplaudido por toda La Legión; esto y los vivas al Tercio, acabaron por desarmar al enemigo que huyo dando grandes voces; ya solo se oyó algún paco de vez en cuando, y a las 12, había cesado completamente el fuego; el Comandante estaba satisfechísimo al ver el espíritu de su gente, pues cuando los oficiales quisieron dar las órdenes para hacer salir a los legionarios al parapeto, ya estaba éste completamente ocupado, y las ametralladoras en funciones sobre las 11 y media, el Comandante Franco y el Capitán Rueda, desde el tambor central comenzaron a insultar a los moros en árabe=Abd-el Krim-acarrau del baba, (Abdelkrim, cabron de tu padre) repitiéndolo varias veces; y una de ellas les respondieron los moros en el mejor castellano, Ah Franco hijo de la gran p. mec tu padre. A la una nos acostábamos. FEBRERO Días 13, 14 y 15. Pasaron con preparativos y limpiezas, para recibir al Teniente Coronel Millán Astray. Día 16. Formose la fuerza en orden de parada, y a las 12 menos cuarto, se presentó en vehículo ligero el Teniente Coronel, revistando las fuerzas, arengándolas y felicitándoles, e imponiendo galones de suboficiales, sargentos, cabos, y primeras, de los individuos que más se distinguieron en las operaciones de este territorio, desde su marcha a Ceuta; luego desfiló ante él toda la fuerza, mostrándose muy satisfecho de su espíritu y bizarría; luego la música del Tercio, interpretó hábil y artísticamente algunas piezas y los tres himnos de La Legión; la comida que tuvo honores de banquete, se sirvió al aire libre, llevando cada república su muestra; acabada la comida, el Teniente Coronel brindó por sus oficiales, por los legionarios, principalmente por los ascendidos, y por el triunfo decisivo de La Legión; a las 6 y media tuvo lugar un lunch de honor para los oficiales, mostrándose el Teniente Coronel muy comunicativo con todos. Día 26. El Carnaval trajo alegrías y curdas al campamento; las comparsas originalísimas, el Teniente Coronel Millán, esplendidisimo y Berenguer casi a punto de estallar de pura satisfacción por los piropos inmoderados de los … pelotilleros; ¡como si en carnaval no se 535· II-2016 55 La Legión


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