Page 157

REVISTA DE HISTORIA MILITAR EXTRA COLEGIO ARTILLERIA

EL ÉXODO DEL REAL COLEGIO DE ARTILLERÍA EN LA... 157 Real de aceptar todas las ideas que le parecieran útiles. El día 27 lo hace, argumentando que, por los 1.503 hombres de Infantería y Caballería que tenía Su Majestad decretado levantar y armar en esta Guerra, era preciso aumentar el Real Cuerpo de Artillería y, dada la gran cantidad de oficiales que se necesitaban para regimentar un ejército tan numeroso, deberían salir de los cursantes de las Universidades y otros establecimientos literarios. Esta vez, su escrito tiene el eco deseado y el 3 de septiembre la Sección de Guerra de la Junta Central solicita a la Junta Militar un informe urgente sobre asunto tan interesante. La idea es acogida con gran entusiasmo por el Asistente de Sevilla, don Jerónimo, marqués de Ustáriz, que muestra su apoyo y beneplácito, pero, desgraciadamente, cae enfermo de gravedad y fallece a finales de mes sin poder apoyarla hasta ver inaugurada la nueva Academia. Después de año y medio desde que Gil de Bernabé empezara a poner en conocimiento de la superioridad varios planes útiles para la libe-ración de la Patria, cuando estaba a punto de conseguirlo, el infortunio se lleva a su valedor. El día 7 de octubre de 1809, Gil de Bernabé, sobrepuesto del luctuoso suceso, redacta una nueva solicitud a Su Majestad, reiterando su proyecto. Exponía, que sería inútil la masa de este ejército si no se procuraba crear e instruir pronto a los 8.000 oficiales que hacían falta para regimentarlo; que pensar en escribir los estatutos, arreglar las casas de su morada, cir-cunstancias y uniforme de los alumnos, tratados que deben estudiar y otros puntos, posiblemente les darían más brillantez y utilidad, pero alargarían su creación haciéndola más complicada y costosa; que para las críticas circuns-tancias del momento, en que es tan recomendable la economía, sencillez y, sobre todo, la prontitud, se puede decir que para mañana sería tarde. Con esta idea, y mientras se llevaban a cabo los arreglos pertinentes, para recoger el fruto de la enseñanza proponía ocupar las horas de descanso de sus obligaciones en el Colegio de Artillería en difundir a sus alumnos los conocimientos militares y la experiencia adquiridos por él en sus muchos años de profesión. Lo hacía movido por su grandísimo afán e ilustrado ardor por la buena causa y fiaba el resultado en las buenas disposiciones de los discípulos, que deberían haber cursado, por lo menos, tres años en cualquier facultad mayor. Finalmente planteaba: “Enseñando con el beneplácito de mis jefes lo que puede necesitarse para ser un excelente oficial en el ejército a 40 o 50 o a todos los alumnos que cojan en mi casa, sin más recursos ni complicación que la de que V. M. nombre un individuo de la Suprema Junta Central, para obrar yo con su acuerdo, nombrar el mismo los alumnos de los Voluntarios de Toledo y asegurarles que el día que se hallen en estado de examinarse Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2014, pp. 135-184. ISSN: 0482-5748


REVISTA DE HISTORIA MILITAR EXTRA COLEGIO ARTILLERIA
To see the actual publication please follow the link above