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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO SEP 2015

CENTENARIO DE LA CREACIóN DEL ARMA SUBMARINA La segunda Guerra Mundial fue una historia bien distinta: al día siguiente del ataque a Pearl harbor, el primer buque en hacerse a la mar en misión de guerra fue un submarino de esta base naval, pues el ataque nipón no había dañado la base de submarinos. Este tremendo error sería el comienzo de las terribles pérdidas que estas unidades causaron tanto a la Flota japonesa como a su Marina Mercante, siendo responsables del 55 por 100 de un total de cinco millones de toneladas hundidas. El 7 de diciembre de 1941 los Estados unidos contaban con 104 submarinos; hasta 1945 fueron construidos 73 de la clase Gato, 111 de la clase Balao, entre ellos los Kraken, Ronquil, Picuda, Bang y Jallao, transferidos a España con las numerales S- 31 a S-35, y 28 de la clase Tench. Así, de los 316 que entraron en liza, se perdieron 51 en acción de guerra, si bien hay que aclarar que los construidos antes de 1941 tuvieron cometidos de adiestramiento y de vigilancia de costa, y que de los 28 Tench no se perdió ninguno, ya que entraron en servicio el último año de guerra, por lo que el peso de los ataques lo llevaron los 184 de las clases Gato y Balao, especialmente estos últimos más modernos y mejor concebidos. El superávit de cerca de dos centenares al acabar la segunda Guerra Mundial, fue un problema para la us Navy, que modernizó 29 con el programa Fleet snorkel y transformó 66 en GUPPY (Greater Underwater Propulsion Power Programm), que serían vendidos en su mayoría a sus aliados, ya que en 1955, con el advenimiento de la propulsión nuclear, quedaron anticuados. Dio así comienzo una nueva era y cesó la construcción de submarinos convencionales, si bien uno de los últimos, el uss Albacore, revolucionó la construcción con su casco en forma de gota de agua, alcanzando la increíble velocidad de 33 nudos en inmersión. A partir de ese momento los submarinos nucleares norteamericanos irían adoptando estas formas. La entrada en servicio del uss Nautilus (ssN-571) el 30 de septiembre de 1954, propulsado por un reactor nuclear Westinghouse s2W, y con su célebre mensaje Underway on nuclear power, marcó una nueva era del Arma submarina, propiciada por un gran hombre, el almirante hyman G. Rickover, conocido como el padre de la marina nuclear norteamericana, pues su empeño, eficacia y decisión convencieron a los políticos, que dieron el visto bueno a sus proyectos, los cuales produjeron 200 submarinos y 23 buques propulsados por energía nuclear y le mantuvieron en activo hasta los 81 años, pese a la oposición de otros almirantes que veían con disgusto cómo este judío polaco los iba retirando uno a uno. Rickover tuvo además la valentía de defender a España en el caso del hundimiento del acorazado Maine en La habana que propició la guerra de 1898 y la pérdida de cuba, Filipinas, Puerto Rico y las Marianas. En su libro How the battleship Maine was sunk, mostraba las fotografías de las planchas del acorazado reflotado, abiertas hacia fuera, prueba de que la explosión fue interna, refutando las calumniosas acusaciones del hundimiento por una mina de la Armada española. 310 Agosto-septiembre


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