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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO SEP 2015

CENTENARIO DE LA CREACIóN DEL ARMA SUBMARINA marítimo, elemento esencial de la seguridad marítima, otra misión de la Armada. En segundo lugar, la ejecución de cualquier misión encomendada a una fuerza naval (6) pasa por poder utilizar el entorno marítimo en la extensión y tiempo que sea necesario en sus tres dimensiones, con libertad de acción, sin que le perturbe el contrincante, ya sea porque le impide utilizarlo con libertad o porque sencillamente puede contrarrestarlo. A eso se le llama control del mar, y para obtenerlo no hay más remedio que conseguir superioridad frente a cualquier amenaza aérea, de superficie y submarina, lo que requiere un notable esfuerzo para el que nunca parecen suficientes los recursos disponibles. Para ello el comandante de una fuerza naval necesita de todo en cantidad y calidad, cargando la mano en esta última porque la superioridad tecnológica en armas y sensores, a día de hoy, es la única opción para poder compensar la escasez de medios e incrementar la capacidad de combate de las actuales plataformas navales. Aunque a nadie se le escapa que para contrarrestar la amenaza debajo y sobre la superficie no existe ni la plataforma única ni la perfecta. Eso se consigue disponiendo de las capacidades necesarias en las plataformas que mejor las puedan usar; y de ahí surgen, entre otros, los portaaeronaves y sus aeronaves, los escoltas con capacidad de combatir en las tres dimensiones… y los submarinos. con esos mimbres, con los medios justos (cantidad) y las mejores y variadas capacidades (calidad), se trata de planear su actuación en la mar buscando la acción coordinada —integrada estaría mejor dicho— de los medios cuyas capacidades se complementan en beneficio de aquel control del mar necesario para llevar a cabo cualquiera de las otras subsiguientes misiones de la fuerza naval y en las que el submarino tiene mucho que decir, aunque detenernos en ello alargaría demasiado este artículo. Llegados a este punto conviene detenerse en una capacidad que no ha hecho sino crecer al mismo ritmo que las ya mencionadas de discreción, sensores y armas; pero si cuantificamos esa mejora en lo que supone de mayor flexibilidad de empleo del submarino, estimamos que supera a las otras. Estamos hablando de la conectividad, de la capacidad de comunicarse, término este último que se queda corto; estamos hablando de Mando y control (c2), ese invisible e imprescindible nexo de unión del que manda con el mandado, lo que permite al que manda recibir en tiempo oportuno, calidad, cantidad y, en el menor tiempo posible, la información necesaria para evaluar la situación, tomar decisiones y transmitir nuevas órdenes con la oportunidad debida, sin comprometer su discreción. (6) Entre otras, aseguramiento de la libertad de navegación, del comercio marítimo y de la acción y proyección del poder naval sobre tierra. 2015 319


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