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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO SEP 2015

En la Armada CENTENARIO DE LA CREACIóN DEL ARMA SUBMARINA si bien es cierto que nuestros submarinos son antiguos en comparación con los de otras marinas, también lo es que mantienen sus principales características de discreción —dependiendo del escenario—, movilidad, autonomía, versatilidad y flexibilidad, que les permiten cumplir los cometidos que les son asignados, contribuyendo y fortaleciendo las capacidades de proyección sobre un escenario litoral (5) para apoyar una operación o para sanear una zona antes de la llegada de la fuerza naval; de protección, bien en una zona del mar o para garantizar la seguridad de una fuerza naval; de libertad de acción, para garantizar el acceso a zonas litorales y asegurar el sostenimiento de las operaciones; y de acción marítima (6) para velar por los intereses marítimos mediante la vigilancia marítima. A pesar de la excelente labor que nuestros submarinos y sus dotaciones continúan realizando, la necesidad de su relevo generacional es evidente. El nuevo submarino S-80 dispondrá de mayor autonomía en inmersión, extendida además gracias al sistema de propulsión independiente de la atmósfera; disminuirá su nivel de ruido; mejorará su capacidad de detección con sonares y periscopios más modernos y de mayores prestaciones; y mejorará su capacidad de seguimiento mediante un moderno sistema de combate. La capacidad antisubmarina de nuestra Armada ha ido degradándose con el paso de los años. La desaparición de la necesidad de contribuir a la detección de los submarinos nucleares soviéticos y la escasa probabilidad de participar en escenarios de alta intensidad con amenaza submarina, unidos al relevo generacional necesario de algunas unidades, condujeron a tomar una serie de medidas, como la eliminación de los sonares de profundidad variable de los helicópteros de la quinta Escuadrilla, la desaparición de los sonares de profundidad variable de las fragatas clase Baleares, la supresión del sistema TAcTAs en cuatro de las seis fragatas clase Santa María, la escasa inversión en sonoboyas y el escaso empleo y colaboración con los aviones de patrulla marítima en AsW. En la actualidad los principales medios con que cuenta la Armada para la guerra antisubmarina son las seis fragatas de la clase Santa María y las cinco de la clase Álvaro de Bazán. Las primeras, que fueron diseñadas como unidades antisubmarinas para detección y seguimiento de submarinos nucleares, basadas principalmente en el empleo del sistema TAcTAs- LAMPs, cuentan además con un sonar de casco de media frecuencia y con el sistema AN-sqq-28 LAMPs III, que les permite procesar las sonoboyas (5) El alistamiento del submarino Tramontana en un fin de semana le permitió realizar un rápido despliegue para participar en la Operación uNIFIED PROTEcTOR y permanecer desplegado en una zona alejada del territorio nacional durante un periodo de 45 días. (6) La participación de los submarinos en la Operación AcTIvE ENDEAvOuR para vigilancia y control del tráfico mercante, contribuyendo a erradicar los tráficos ilícitos. 2015 329


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