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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO SEP 2015

CENTENARIO DE LA CREACIóN DEL ARMA SUBMARINA dotaciones que para el enemigo; craso error, como se vería en el futuro. sucesivas mejoras e invenciones, como el snorkel en la segunda Guerra Mundial, y posteriormente la posibilidad de hacer al submarino independiente de la atmósfera, con la aparición de la propulsión nuclear y más tarde con los submarinos anaerobios, dotados de sistemas de propulsión independientes del aire o AIP, unido al hecho de poder lanzar misiles contra buques en inmersión, le hicieron el arma idónea para combatir a adversarios muy superiores en número y tonelaje, dada la ventaja táctica de la invisibilidad bajo el agua. En las próximas líneas haremos un recorrido, con excepción de Rusia, por las marinas que actualmente diseñan, construyen y exportan este tipo de buques sumergibles, cinco de un total de 40 marinas de guerra que los poseen, mostrando la tendencia actual en las construcciones y el rápido aumento de programas navales con inclusión de este tipo de buque, tanto para la nación que lo construye como con vistas a la exportación. Alemania con más de 1.500 unidades construidas a lo largo de la historia, no es de extrañar el prestigio y calidad de sus unidades convencionales, pues de momento no se ha planteado la construcción de submarinos nucleares, pese a que posee los conocimientos necesarios para ello, ya que en 1964 había construido el mercante Otto Hans, en honor del Premio Nobel alemán descubridor de la fusión del uranio, buque que navegó durante una década propulsado por un reactor nuclear de 38 MW. Al acabar la segunda Guerra Mundial, todos los submarinos alemanes capturados intactos, 11, fueron confiscados por los aliados, prohibiéndosele a Alemania la construcción de este tipo de buques. No sería hasta 10 años después, en 1955, cuando se crearía la Flotilla de submarinos alemana, siendo sus primeras unidades dos submarinos «hundidos» en puerto, pero en perfecto estado, del tipo U-XXI y U-XXIII, que fueron reflotados y puestos en servicio de nuevo mientras se construían los primeros del Tipo 201, limitados en tonelaje a menos de 500 t y pensados para el mar báltico para oponerse a una supuesta amenaza naval soviética. Estos submarinos no dieron buen resultado y fueron seguidos por los Tipo 205, exportados también a Dinamarca, y los Tipo 206, muy mejorados con respecto a los anteriores y que también se construyeron para Israel. Pero el boom de la construcción de sumergibles fue con el Tipo 209, mucho mayor que los anteriores al desplazar unas 1.200 t con una cota máxima de 250 m, que curiosamente no fueron adquiridos por la moderna bundesmarine, en virtud de alguna restricción remanente de la segunda Guerra Mundial, pero que fueron exportados en número de 61 a 14 países, con variantes, desde 1.100 hasta 1.500 t. No sería hasta el siglo XXI en que la Flotilla de submarinos alemana conseguiría sus primeros submarinos oceánicos, con el Tipo 212, de 1.450 t y que presentaba la particu- 306 Agosto-septiembre


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