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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA Nº 304 MARZO 2014

cultura La Milicia y el interés en el ferrocarril La relación de los ámbitos ferroviario y militar se remonta a mediados del siglo XIX, cuando se planteó el poder disponer de unas tropas especializadas que, en caso de guerra o emergencia, pudieran atender el servicio ferroviario o, incluso, si el gobierno estimaba conveniente hacerse cargo de la explotación de algunos tramos a líneas. Al tratarse de una labor técnica y especializada, las nuevas tropas estuvieron ligadas desde el primer momento al Arma de Ingenieros. En un principio, se creó una sola compañía. Más tarde fueron dos y, finalmente, llegaron a ser cuatro. El Real Decreto de 15 de diciembre de 1884 creó el Batallón de Ferrocarriles con el objeto de «construir, reparar y explotar las vías férreas que fuesen necesarias al Ejército, enclavadas en el teatro de operaciones». Este batallón se dividía en dos secciones: Vías y Obras, y Explotación. A finales de 2008, se disolvió el Regimiento de Ferrocarriles número 13, con lo que se puso fin a 124 años de existencia. Durante todos esos años, había pasado por diferentes reorganizaciones orgánicas. Su última ubicación estuvo en Zaragoza. restauración minucioso. No sólo se han pintado las piezas. También, se ha retirado, lijado y pulido toda la pintura anterior. Así, una vez liso, se ha aplicado una capa de imprimación con antioxidante, para volver a pintar y a poner toda la numeración técnica. Furgón auxilar y de reparación A la vez que se puso a disposición del CEHFE el Díez-Alegría, también se cedió un furgón auxiliar, que iba ordinariamente incluido en la composición gestionada por el Regimiento de Ferrocarriles nº 13 hasta su desaparición. Dicha unidad tiene una función de carácter técnico, estaba destinada a albergar un grupo electrógeno y diversas herramientas para solucionar cualquier incidencia que pueda producirse. El material ferroviario aportado por el Ministerio de Defensa resultaba suficiente para la puesta en marcha de este tren histórico pero, dada la importancia que el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español otorga al proyecto, decidió añadir otro vehículo más. Éste de su propiedad. Se trata de un exclusivo coche de construcción metálica, muy similar a los que prestaban servicio en el mítico y lujoso Orient Express. Su construcción tuvo lugar en 1928 por la firma británica The Metropolitan Carriage Wagon & Finance Cº Ltd., de Birmingham. Este coche fue adquirido en su día por el Estado con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, y se quedó bajo la gestión de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces. Al constituirse la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (Renfe), fue objeto de algunas mejoras más y quedó al servicio de las altas autoridades del Estado para su uso en circunstancias de especial importancia. Este vehículo sirvió para trasladar al Rey Don Juan Carlos a España desde su exilio portugués en 1948, según se destaca en la documentación del proyecto. Fue entonces cuando el príncipe dejó la residencia paterna en Estoril para mudarse a nuestro país por primera vez. Este vagón, por tanto, profundiza en la vertiente histórica del tren y su relación con las Fuerzas Armadas, ya que el Rey es su mando supremo. El director del museo de Galicia asegura que este coche vagón «está impecable ». Sólo ha sido necesario realizar una limpieza general y colocar algunos elementos históricos. Concretamente, se ha colocado un maniquí con un uniforme de la Guardia Real y se está en conversaciones con el Museo de Cera (Madrid) para que les puedan ceder por una temporada la figura de Su Majestad, expuesta en dicha institución, para colocarla en el salón. IMÁGENES DEL NO-DO Antes de entrar en dicho vehículo, hay una fotografía explicando su relevancia histórica. Se puede visitar, y luego, se ofrece también la posibilidad de visionar en el coche cine imágenes del NO-DO que recogen al futuro Rey de España, con tan sólo 10 años, llegando a bordo del Lusitania Expreso, concretamente en el vagón incluido ahora en el Tren Histórico de las Fuerzas Armadas. El material militar del convoy se exhibe en dos plataformas, especialmente diseñadas para transportar este tipo de elementos, que suelen ser pesados y voluminosos. Destaca aquí, el carro de combate M-41, un modelo utilizado, en su día, por diversas unidades del Ejército de Tierra. Una vez que se cedió el material al Centro de Estudios, los cuadros técnicos de la Brigada de Caballería Castillejos II, con base en Zaragoza, desarrollaron una labor de restauración estética. En la actualidad, se realiza la rehabilitación técnica del vehículo para que pueda moverse sin necesidad de ser remolcado. El director del museo gallego asegura que el proceso es un poco lento porque es Labores de restauración en el carro de combate M-41 que forma parte de los vehículos del ferrocarril de las Fuerzas Armadas. 58 Revista Española de Defensa Marzo 2014


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