Page 41

EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL Nº 892 JUL_AGO 2015

Operaciones REVISTA EJÉRCITO • N. 892 JULIO/AGOSTO • 2015  41  su preparación, se expandían tanto sus objetivos como los recursos empeñados convirtiéndolas en un intento de operación decisiva. Solo Blucher tuvo un éxito significativo, alcanzando una profundidad de 40 Km y logrando cruzar el Marne. El general a cargo del sector, Duchene, no había aplicado la directiva del general Petain, Jefe del Ejército francés, que preveía una defensa en profundidad con sucesivas líneas. La última gran ofensiva alemana, llamada pomposamente Friedensturm «Ofensiva de la paz», tenía como objetivo la ciudad de Reims. Fue un fracaso táctico, ya que los franceses fueron capaces de determinar el lugar y momento del ataque. Los alemanes habían alcanzado su punto culminante. Al final los alemanes habían conseguido grandes ganancias territoriales pero ninguna era relevante desde el punto de vista operacional. La capacidad ofensiva de las divisiones de élite se había agotado. Las enormes pérdidas humanas eran ya irreversibles. El frente alemán se había alargado con una serie de salientes de difícil defensa que aumentaban las necesidades de divisiones para cubrirlos. Una retirada para acortar las líneas defensivas parecía la decisión más lógica pero Ludendorff se resistía a tomarla. Las ofensivas de primavera de 1918 demuestran la validez de las innovaciones tácticas introducidas por el ejército alemán. Sin embargo la planificación operacional fue muy pobre y no se aprovecharon suficientemente los éxitos tácticos. Por otro lado, a pesar de su esfuerzo por restaurar la maniobra en el campo de batalla, los alemanes no supieron ver las prometedoras posibilidades del carro de combate ni desarrollaron suficientemente la motorización del ejército. Ambos serían necesarios para volver a la guerra de movimientos. FOCH: LA SOLUCIÓN OPERACIONAL Uno de los efectos del intento alemán de separar los ejércitos británico y francés fue forzar a los aliados a nombrar un Comandante en Jefe del frente occidental en lugar de recurrir a la simple coordinación de ejércitos, prácticamente a nivel político. El designado fue el general Foch, eminente teórico antes de la guerra, que se había distinguido al mando de un ejército en la batalla del Marne. El 26 de marzo de 1918, en la conferencia de Doullens, el general Foch es designado para coordinar la batalla defensiva que se desarrolla a pocos kilómetros de allí. Posteriormente, Ofensiva de primavera, 1918


EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL Nº 892 JUL_AGO 2015
To see the actual publication please follow the link above