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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 830

Nuestro Museo MÁS DE 40 AÑOS DE SERVICIO: LOS F-5 Afinales de los años 50, la empresa norteamericana Northrop se lanza al diseño y construcción de un caza polivalente de ataque al suelo y que al mismo tiempo pudiera defenderse con éxito en el combate contra un avión de superiores características. Del desarrollo del programa, dos modelos de aviones muy semejantes salieron de la factoría. El biplaza T-38 “Talon”, avión de entrenamiento, y el N-156F “Freedom Fighter” que realiza su primer vuelo el 30 de julio de 1959. Producido este último en dos versiones, el F-5A monoplaza de caza y el F-5B biplaza de entrenamiento muy similar al T-38 en su forma externa, pero que poseía la misma capacidad operativa táctica del F-5A exceptuando el armamento fijo (dos cañones M39 de 20 mm.), del que carecía. Adoptado por la USAF, con el fin de atender su Programa de Ayuda Militar a las naciones aliadas, fue fabricado bajo licencia en Canadá, España, Museo de Aeronáutica y Astronáutica Museo del Aire Suiza, Corea del Sur y Taiwan, operando en 26 países diferentes. Se trata de uno de los cazas más extendidos del mundo occidental, debido en gran medida a su sencillez de construcción y mantenimiento, así como un bajo coste operativo. Algo más de 900 F-5A fueron fabricados y alrededor de 300 F-5B, todos ellos equipados con dos motores General Electric J-85-13 de 1.383 Kg. de empuje en seco y 1.850 con posquemador. Aerodinámicamente muy avanzado, tanto el monoplaza como el biplaza están construidos a base de aluminio, con componentes de magnesio, acero y titanio, siendo su plano multilarguero de una sola pieza, muy fino y dotado de flaps tanto en el borde de salida como en el de ataque. El plano horizontal de cola es enteramente móvil y los mandos de vuelo van ayudados por servos hidráulicos. En mayo de 1960, el Ministerio del Aire español inicia conversaciones con la empresa Northrop Corporation. Más tarde, en el año 1962, la compañía norteamericana adquiere el 20% de las acciones de la empresa española CASA, participación que en febrero de 1964 se ampliaría al 24% (como curiosidad, apuntaremos que la relación accionarial de Northrop en CASA finalizó en 1989). En el contrato, que se firmó a finales de 1965, se contemplaba la fabricación de 70 aviones F-5 (36 monoplazas F-5A y 34 biplazas F-5B), acordándose que los diez primeros doblemando se entregarían el 20 de junio de 1969. En el contrato, que ascendía a 3.877 millones de pesetas, se especificaba que un 25% se quedarían en España y el 75% se emplearía en la compra de motores, equipos electrónicos y materiales enviables de fabricar en España. Aclaremos que varias fueron las opciones ofrecidas al Ejército del Aire: fabricar los aviones en sus factorías de España, recibir los aviones desmontados, y montarlos, responsabilizándose de los vuelos de prueba, o recibir los aviones completos de Northrop. Se decide por la primera opción, aunque los dos primeros ejemplares son simplemente ensamblados en CASA y paulatinamente va aumentando el porcentaje de piezas nacionales, hasta alcanzar una proporción muy considerable en los últimos de la serie. Este programa significó para la empresa española CASA un salto muy importante que le dio la posibilidad de entrar en la tecnología de vanguardia en aviones de combate. El 22 de mayo de 1968, el primero de los F-5B que sale de fábrica realiza con éxito su primer vuelo, y recibe la denominación CE-9 por parte del Ejército del Aire; C de avión de combate; E por enseñanza y 9 por ser el noveno avión de caza desde la creación de nuestro Ejército. En junio de 1969 son entregados los primeros 10 aviones doble mando, des- CASA NORTHROP F-5A con pintura camuflaje. 164 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Enero-Febrero 2014


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