Page 52

BOLETIN INFANTERIA MARINA 17

llamó a la criada y le dijo que por qué no nos había dado de comer; y contestó ella que sí nos daba; pero antes que terminar de decirlo le advertí que no decía la verdad. entonces el alcalde hizo que se tumbara en un banco y le pegó 25 palos. desde aquel día el mismo alcalde se cuidaba de nuestra comida, volviéndome a dar la llave del camarín para que yo me entendiera con la venta del Palaés. Pidiendo limosna a los dos meses nos echaron a todos los españoles del pueblo porque se aproximaban los americanos, y entonces fui caminando de pueblo en pueblo hasta Vigán, a cuyo punto tardé en llegar cuatro meses. durante la marcha comíamos lo que las buenas personas nos daban, pues tuvimos que pedir para comer, y en un pueblo daban y en otro no. en poder de los yanquis en Vigán estuve hasta que el alcalde mandó echar a todos los españoles, porque tenía noticias de que la escuadra americana estaba próxima a llegar. Salimos para Banquer, provincia de lloco; en el camino nos enteramos de que la escuadra americana estaba a la vista, y aquella noche volvimos a Vigán, y sin ser vistos de los soldados, nos metimos en un sótano a esperar 50 bOLETíN DE La iNFaNTEría DE mariNa que los americanos desembarcaran. Pero la escuadra americana solo hizo unos cuantos disparos y se marchó, y entonces nosotros tuvimos también que marcharnos a la noche siguiente para que no nos vieran los tagalos. llegamos a Banquer, donde nos reunimos lo menos mil personas; pero a los pocos días me dijeron que habían publicado un Bando para que, en el término de dos horas, abandonáramos el pueblo, bajo pena de muerte el que no lo cumplimentara. emprendí el camino solo, derecho a Vigán, por la falda del monte, y al llegar a un río que está entre Banquer y Pedrigán, divisé una columna americana. Me dirigí hacia ella, poniendo en la punta de un palo un trapo blanco; al divisarme los americanos se pusieron todos de pie, pues se encontraban tendidos al lado del río. Se adelantó una sección, y uno montado en un caballo preguntóme seguidamente que yo qué era, a lo que contesté que yo era cabo 1.° de Infantería de Marina, entonces me dijeron que siguiera delante de ellos, y así llegamos a Banquer. durante el camino no cesaban de presentarse españoles; en el pueblo no había más que el alcalde, y con música se presentó al jefe de la columna y le entregó las llaves. dicha columna hizo alto en el centro de la plaza y en cada bocacalle se destacó una sección. enseguida ordenó el jefe que otra sección con algunos españoles subieran al monte para que avisaran a los que estaban escondidos. a la media hora ya estaban todos en el pueblo. el hambre, satisfecha Seguidamente nos mandó dicho jefe unas cuantas vacas que le había pedido al alcalde para nosotros; cada uno cojimos un pedazo, que en candela que los mismos americanos encendieron, asamos y comimos. al día siguiente, el jefe de la columna nos mandó solos para Vigán y ellos salieron en persecución de los demás. Volvimos a Vigán con el temor de que en el camino nos cogieran otra vez los insurrectos; pero a dios gracias nadie se metió con nosotros; llegamos a Vigán y nos encontramos que en dicho pueblo estaba una fuerte columna al mando de un general. tan pronto como nos presentamos al general ordenó que nos dieran de comer, y empezaron por darnos un salmón para cuatro y un puñado de galletas. ¡Libres! al día siguiente nos embarcaron y nos llevaron a Manila presentándonos a la embajada española. durante el paso por la capital de las islas, para llegar a la embajada, muchas personas que nos veían se echaban a llorar. Veníamos con la barba y el pelo muy largos, y en cueros. enseguida que llegamos nos pelaron, nos afeitaron y nos vistieron, y en el primer correo que salía para españa, que fue el León XIII, embarcamos, llegando a Barcelona el 15 de enero de 1900. once años hace de estos sucesos Muchos de los que regresaron conmigo, soldados del ejército mientras yo era cabo de Infantería de Marina, hoy son oficiales; y yo, a pesar de los pequeños sufrimientos por la Patria que dejo relatados, no he pasado ni espero pasar de sargento segundo. José PadiLLa vacas CaBo 1.° de Infantería de MarIna HISTORIA Soldados españoles prisioneros. Soldados americanos con un prisionero. Vicente García Carril, sargento 2.° de Infantería de Marina.


BOLETIN INFANTERIA MARINA 17
To see the actual publication please follow the link above