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REVISTA GENERAL DE MARINA NOVIEMBRE 2014

TEMAS PROFESIONALES hasta qué punto una nación está dispuesta a implementar acciones. Pero la materia gris de la que parece que estamos dotados los seres humanos es la que ha de marcar la diferencia entre un simple pliego de descripciones técnicas y su empleo eficaz en el teatro de operaciones. Sin duda es importante, pero tanto más cuanta mayor sinergia consigamos entre las cualidades técnicas del sistema, las capacidades de sus operadores y las ideas claras acerca de cuál es el objetivo a lograr. Conclusiones No parece muy probable que en un futuro inmediato nos encontremos con un teatro de operaciones en el que tengamos que lidiar con algo más de 250 aeronaves en vuelo en un mismo instante, como fue el caso de la USN en la batalla de Midway. Muy feas tendrían que estar las cosas. Pero, aun jugando con números mucho más modestos, la complejidad de las aeronaves de hoy, así como de las misiones que realizan, hace necesario coordinarlas atendiendo a dos aspectos: como simples aeronaves que vuelan siguiendo unas normas de tráfico aéreo y como sistemas de combate que operan desde el aire. Desgraciadamente, misiones como SCAR, SEAD (Supression of Enemy Air Defence), AI (Air Interdiction), OCA/DCA (Offensive/DefensiveCounter Air) ya empiezan a no sonarnos, y las relajaciones están haciendo que el concepto de «coordinación» se asocie exclusivamente a la incorporación de una aeronave a una fuerza. Es discutible si disponemos de los medios necesarios para «mandar» a nuestras aeronaves adecuadamente (para analizarlo deberíamos saber, en primer lugar, qué se espera de los que servimos en las unidades ahora y en el futuro), pero de lo que no puede haber duda es que detrás de las operaciones aeronavales ha de haber una célula de coordinación aérea, con sus ABM dotados de una estructura de Mando y Control (C2), con capacidad y autoridad para ejercer control sobre sus aeronaves, desde el comienzo de su misión hasta la finalización. Ya pensaremos qué hardware necesitaremos para el futuro. Durante los años en los que la Kido Butai —Grupo Aeronaval de la Marina Imperial japonesa durante la Segunda Guerra Mundial— arrasaba ciudades y hundía a placer barcos de la USN y la RN, se ponían en torno a 315 aviones en el aire a la vez. Y uno de los aviones de cada escuadrón no participaba directamente en los ataques para poder desempeñar el papel de plataforma de Mando y Control. Tiempos y batallas cada vez más olvidados. Y sus lecciones aprendidas, a veces también. 2014 725


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