Page 20

LA LEGION 526

>> Actividades No se quejará de fatiga, ni de dolor, ni de hambre, ni de sed, ni de sueño,… “Caballeros, ni un solo ruido a partir de ahora. murmuró el capitán Navarro- Nos veremos en el otro lado. Buena suerte.” La noche era oscura y un manto de lluvia cubría los cuerpos de los legionarios que esperaban su turno para embarcar en los pontones preparados por los ingenieros. Eran las 21 horas del 22 de marzo de 1938 y la 16ª Compañía, a la vanguardia de la IV Bandera, estaba a punto de llevar a cabo una de las operaciones militares más complicadas de toda la guerra: el paso del río Ebro y el establecimiento de una cabeza de puente. Trascurridos más de 75 años desde aquella acción (no en vano la 16ª Compañía fue condecorada con la mas alta distinción de nuestro Ejército –la Cruz Laureada de San Fernando-), los legionarios de la actual 3ª Compañía (la antigua 16ª) intentan mantener el recuerdo de aquellos hechos como mejor saben: preparándose para el combate para cuando la Patria necesite de ellos. Con este historial no es de extrañar el gran interés mostrado durante el Ciclo de Combate Nocturno que tuvo lugar en Ceuta entre los días 10 y 14 de febrero, puesto que ¿quién mejor que estos legionarios para apreciar la importancia del combate nocturno? Ciclo de Combate Nocturno El Ciclo de Combate Nocturno surgió con la intención de completar la formación de los legionarios en un aspecto específi co del combate, que debe ser considerado como un caso normal del combate infl uido por circunstancias especiales. La plena disponibilidad de La Legión nos obliga a estar preparados Teniente D. Sergio Villaescusa González para cualquier situación y la clave del éxito de las misiones que nos encomienden radica en la excelencia de la preparación diaria. Bajo esta premisa, las primeras lecciones que aprendieron los legionarios fueron los efectos fi siológicos y psicológicos que produce la llegada de la noche, efectos que sólo pueden ser superados y utilizados a favor de tropas bien instruidas. Fisiológicamente, hace variar el proceso de la visión, rompe los ciclos circadianos (vigilia-sueño) produciendo una disminución de la coordinación, una pérdida de potencia muscular, alteraciones emotivas y aumento de la agresividad entre otras. Psicológicamente además, estimula la imaginación, aumentando la sensación de peligro; produce sensación de aislamiento; cambia el aspecto de las cosas deformando las imágenes, y aumenta la tensión emocional produciendo fatiga. “¿Y el combate? ¿Cómo afecta la noche al combate?”- preguntan los legionarios. La noche difi culta el ejercicio del mando, la orientación y la coordinación; reduce la efi cacia del fuego lejano (especialmente el del pelotón de apoyo), revalorizándose el papel de la MG-4 en el combate próximo; aumenta la efi cacia de las medidas de enmascaramiento, pudiendo llegar a las inmediaciones del objetivo sin ser detectados (extremando la disciplina de fuegos, luces y ruidos) y hace disminuir las posibilidades de observación, difi cultando la adquisición de objetivos y evidenciando la mayor necesidad de realización de reconocimientos diurnos y nocturnos, previos a la acción, por parte del jefe y del mayor número de mandos subordinados. Pero teniendo muy presente que La Legión surgió para combatir, los objetivos principales del ciclo no podían IV Bandera “Cristo de Lepanto” 18 526 · I-2014


LA LEGION 526
To see the actual publication please follow the link above