>> Prevenciones PREVENCIONES La Legión ha cuidado siempre su estilo de Mando, caracterizado por dar la máxima importancia a los valores morales y a su interiorización por los subordinados, por conseguir la implicación de estos en los fi nes del MANDO desarrollando el orgullo de ser legionario, así como por la atención permanente al subordinado, al legionario, como un valor inestimable, máximo de la Legión. Es desde ese estilo de mando que nos es posible dar un importante grado de iniciativa. Esa iniciativa, reconocida y aplicada por los subordinados, incluye la asunción de las responsabilidades que implica. Precisaremos del mayor control que permita al mando el seguimiento de la situación y, en su caso, reconducirla mediante su intervención. Lo expuesto tiene su aplicación al conjunto de actividades que desarrollamos, pero especialmente en las que constituyen el elemento troncal y decisivo para alcanzar nuestro fi n de servicio permanente a España, es decir en aquellas incluidas en nuestra instrucción y adiestramiento.El objetivo de todo nuestro esfuerzo debe ser alcanzar la máxima operatividad, disponibilidad y prestigio, o traducido, nuestra disponibilidad para ser empleados en combate. En un momento en que los créditos son más ajustados que nunca, tenemos que priorizar. Y nosotros priorizaremos la calidad, nuestra superioridad se fundamentará en haber alcanzado la excelencia en todo lo que hagamos. Eso implica la permanente búsqueda del incremento de la calidad, de la perfección, empleando nuestros créditos y esfuerzos con efi ciencia. Necesitamos, en todas las unidades, identifi car, analizar y mejorar, para en su caso rediseñar, todos los procesos y tareas, desde lo individual, pasando por todos los niveles orgánicos, para optimizar el resultado fi nal. Las continuas mejoras y cambios realizados en los procesos nos llevarán a ir mejorando, también continuamente, los resultados. Nunca estaremos satisfechos con lo conseguido, siempre hay campo para la mejora. Será preciso dedicar tiempo a analizar las situaciones, revisar los procesos, recabar datos, estadísticas, identifi car causas o problemas y fi nalmente determinar vías para solucionar y eliminar para, en conclusión, evitar o mejorar. Siempre el subordinado tendrá en ello el apoyo del superior. En nuestra actividad como Mandos: •Ejerceremos y daremos la máxima iniciativa. •Tomaremos riesgos sopesados para buscar experiencia, alentando la creatividad y la innovación. •Persistiremos en cada trabajo y mejora hasta que estén fi nalizados. •Incluiremos la evaluación como parte integral de toda actividad. •Monitorizaremos el progreso. •Buscaremos activamente aprender de cada actividad, usaremos para ello de todos los recursos. •Haremos de cada error o fallo una fuente de enseñanza. •Organizaremos, priorizaremos, nos anticiparemos a las difi cultades, dejaremos margen para lo imprevisto. •Marcaremos objetivos personales y superiores introduciendo también nuevos retos, especialmente en las tareas rutinarias. •Temporizaremos las tareas. •Trasladaremos las órdenes a través de los subordinados directos. •Buscaremos y proporcionaremos retroalimentación constructiva. •Estableceremos claras divisiones de deberes y responsabilidades. •Delegaremos apropiadamente (lo que no requiera una dirección personal) dando directrices claras. •Apoyaremos al subordinado que habiendo cometido un error no haya sido consecuencia de desidia o dejadez. •Fomentaremos la circulación de información ascendente y descendente. Informaremos a los subordinados con la mayor antelación. •Conoceremos las capacidades de los subordinados, de los que aprenderemos y a los que potenciaremos. 2 526 · I-2014
LA LEGION 526
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