>>Hermandades HERMANDAD DE ANTIGUOS CABALLEROS LEGIONARIOS DE ZARAGOZA Coronel de Infantería D. Gonzalo Escalona Orcao El día 12 de noviembre, el Coronel D. Juan Jiménez López, presidente de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Zaragoza, impartió en el salón de conferencias de El Corte Inglés (Ámbito Cultural de Zaragoza), la conferencia “Perfi l Humano de José Millan Astray”. En un corto espacio de tiempo, hizo un repaso a las cualidades personales del fundador de La Legión que, en este breve artículo y con la comprensión y disculpa de errores del coronel Jiménez, voy a tratar de resumir en sus aspectos fundamentales, esperando inculcar curiosidad por conocer más cosas sobre la vida personal y profesional de este gran militar: Hijo de José y de Pilar, nació José Millán-Astray y Terreros en La Coruña. Su padre se encargó de que tanto él como su hermana Pilar crecieran en un entorno cultural infundiendo en ambos la afi ción por la lectura. Los diferentes destinos de su padre, como funcionario de prisiones y la vida en los pabellones de cargo en el interior de estas, hicieron que el pequeño José conociera desde muy pequeño este complejo mundo, los reclusos, sus miserias, grandezas y sentimientos… Este conocimiento, el sentimiento de la oportunidad de redención, la preocupación por los marginados, y este peculiar entorno le resultaría fundamental para fundar y mandar una tropa tan heterogénea y abigarrada como aquellos legionarios de primera hora. Fue un hombre inteligente y metódico, con elevado sentido de la autoridad y tenacidad en sus propósitos. Finalizada su formación militar académica, ingresó en la Escuela de Estado Mayor, donde destacó en inglés, dibujo e historia militar (en la Escuela de Guerra de Madrid, se encuentran sus notas escolares). Los acontecimientos por los que atravesaba España le hicieron dejar la Escuela de Estado Mayor hasta más adelante en su trayectoria militar. El hecho que marcó su vida, la fundación de La Legión, se basó en sus vivencias y conclusiones del mundo penitenciario, la sangría de vidas españolas en la Guerra del Rif, el modelo de la Legión Extranjera Francesa (que se encargó de conocer a fondo) y el código de conducta y honor de los samuráis, el Bushido. Fue un hombre austero, de gran espiritualidad, con un elevado sentimiento religioso que le llevó a tener al Cristo de la Buena Muerte como protector de La Legión, y hacer sentir en uno de los espíritus del Credo Legionario que el grito de ¡Viva la muerte! no es, como algunos han tratado de transmitir un desprecio a la vida, sino el anhelo de morir por un noble ideal en defensa de España. Fue siempre, y lo sigue siendo, un personaje comentado y controvertido; sirva como ejemplo lo que de él expresó D. José Ortega Munilla, padre del fi lósofo José Ortega y Gasset, en la “tercera” de ABC el día 6 de enero de 1921: “El Teniente Coronel Jefe de esa Legión, no me sorprendió con los felices empeños de su inteligencia. Sé a cuanto puede llegar este hombre extraordinario, que tiene en la palabra, en la mirada y en el gesto, el secreto de la dominación” Tuvo una intensa vida tanto militar como familiar, quedando como depósito de sus recuerdos su hija Peregrina. Llegó a alcanzar un enorme prestigio fuera de España, especialmente en América del Sur y Francia. Antes de morir en Madrid, enfermo del corazón, el 1 de enero de 1954, y ser enterrado en el cementerio de la Almudena, dejó su testamento ológrafo que textualmente señalaba: “Tengo dicho siempre, y por escrito, que soy católico, apostólico y romano, y que siempre he procurado seguir el camino del amor a Dios, culto a la Patria, al honor, al valor, a la cortesía, al espíritu de sacrifi cio, a la caridad, al perdón, al trabajo y a la libertad con Justicia. O sea al camino de los Caballeros”. Dejó muy poco dinero y bienes materiales (un piso pendiente de fi nalizar su pago, construido por la Delegación Nacional de Sindicatos, que su viuda siguió pagando durante varios años en letras mensuales de 472,25 pesetas). Su vida ha sido tratada por numerosos autores de muy diferente procedencia; el hecho de haberse convertido en leyenda ha servido para despertar un tremendo interés por su persona y por su obra, inmortalizada en la gloriosa Legión Española. 52 526 · I-2014
LA LEGION 526
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