Autor: Luis Sorando Muzás
A lo largo del siglo XIX cada una de nuestras provincias de ultramar, Cuba, Filipinas y Puerto Rico, contó con su propio ejército mandado por un Capitán General, que en caso de necesidad era reforzado por cuerpos de voluntarios locales, que lucharían en defensa de su españolidad hasta su pérdida en 1898.
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