La historia la construyen las personas, la de una base aérea también. Este trabajo pretende darles el valor que se merecen y poner rostro a todos aquellos que, a lo largo de estos años, han hecho de la nuestra un espejo en el que otros colectivos puedan fijarse para aprender a superar las adversidades que, en las más distintas formas, han concurrido en estos últimos tiempos, siendo siempre la peor de ellas la perdida de buenos amigos.
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