• Miniatura 1
  • Miniatura 2
  • Miniatura 3
MANUAL SOBRE PREVENCIÓN Y CONTROL SOBRE TUBERCULOSIS EN LAS FUERZAS ARMADAS
La tuberculosis, vieja, viejísima conocida de nuestra especie, llamaba poco la atención por ser un proceso sibilino, lento y, a veces, casi inaparente. Pero llegada la época de la Revolución Industrial, los barrios obreros, las fábricas y los talleres vinieron a ser un nicho ecológico que facilitó enormemente su propagación, así como la de otras enfermedades que diezmaron a la población. La tuberculosis se convirtió en la primera y principal enfermedad emergente de la era industrial: la «peste blanca».


En 1882 Roberto Koch descubre el bacilo causal al que se denominó Mycobacterium tuberculosis. Ello permitió conocer su carácter contagioso y sus formas de transmisión respiratoria, de persona a persona, y digestiva, por consumo de leche de vacas enfermas.


El factor que más favorece el contagio respiratorio es el hacinamiento en las viviendas, en los centros de trabajo y en los locales donde los pobres se reúnen en busca de calor humano para combatir el frío. Entre los sujetos infectados son más proclives a desarrollar la enfermedad los que están malnutridos, así como aquellos sometidos a un régimen laboral casi esclavista que debilita su sistema inmune.

La tuberculosis, vieja, viejísima conocida de nuestra especie, llamaba poco la atención por ser un proceso sibilino, lento y, a veces, casi inaparente. Pero llegada la época de la Revolución Industrial, los barrios obreros, las fábricas y los talleres vinieron a ser un nicho ecológico que facilitó enormemente su propagación, así como la de otras enfermedades que diezmaron a la población. La tuberculosis se convirtió en la primera y principal enfermedad emergente de la era industrial: la «peste blanca».


En 1882 Roberto Koch descubre el bacilo causal al que se denominó Mycobacterium tuberculosis. Ello permitió conocer su carácter contagioso y sus formas de transmisión respiratoria, de persona a persona, y digestiva, por consumo de leche de vacas enfermas.


El factor que más favorece el contagio respiratorio es el hacinamiento en las viviendas, en los centros de trabajo y en los locales donde los pobres se reúnen en busca de calor humano para combatir el frío. Entre los sujetos infectados son más proclives a desarrollar la enfermedad los que están malnutridos, así como aquellos sometidos a un régimen laboral casi esclavista que debilita su sistema inmune.

  • ISBN: 978-84-9781-983-1 (edición libro-e)
  • NIPO: 083-14-188-7
  • Fecha de publicación: 8/4/2015
  • Año de edición: 2015
  • Autor: Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa
  • Número de páginas: 96
  • Idioma: Español
MANUAL SOBRE PREVENCIÓN Y CONTROL SOBRE TUBERCULOSIS EN LAS FUERZAS ARMADAS    Tamaño: (62.12 KB)

Compártalo

Agotado

0,00 €

Edición papel

También disponible en

Detalles

La tuberculosis, vieja, viejísima conocida de nuestra especie, llamaba poco la atención por ser un proceso sibilino, lento y, a veces, casi inaparente. Pero llegada la época de la Revolución Industrial, los barrios obreros, las fábricas y los talleres vinieron a ser un nicho ecológico que facilitó enormemente su propagación, así como la de otras enfermedades que diezmaron a la población. La tuberculosis se convirtió en la primera y principal enfermedad emergente de la era industrial: la «peste blanca».

En 1882 Roberto Koch descubre el bacilo causal al que se denominó Mycobacterium tuberculosis. Ello permitió conocer su carácter contagioso y sus formas de transmisión respiratoria, de persona a persona, y digestiva, por consumo de leche de vacas enfermas.

El factor que más favorece el contagio respiratorio es el hacinamiento en las viviendas, en los centros de trabajo y en los locales donde los pobres se reúnen en busca de calor humano para combatir el frío. Entre los sujetos infectados son más proclives a desarrollar la enfermedad los que están malnutridos, así como aquellos sometidos a un régimen laboral casi esclavista que debilita su sistema inmune.

Información adicional

Descripción La tuberculosis, vieja, viejísima conocida de nuestra especie, llamaba poco la atención por ser un proceso sibilino, lento y, a veces, casi inaparente. Pero llegada la época de la Revolución Industrial, los barrios obreros, las fábricas y los talleres vinieron a ser un nicho ecológico que facilitó enormemente su propagación, así como la de otras enfermedades que diezmaron a la población. La tuberculosis se convirtió en la primera y principal enfermedad emergente de la era industrial: la «peste blanca».

En 1882 Roberto Koch descubre el bacilo causal al que se denominó Mycobacterium tuberculosis. Ello permitió conocer su carácter contagioso y sus formas de transmisión respiratoria, de persona a persona, y digestiva, por consumo de leche de vacas enfermas.

El factor que más favorece el contagio respiratorio es el hacinamiento en las viviendas, en los centros de trabajo y en los locales donde los pobres se reúnen en busca de calor humano para combatir el frío. Entre los sujetos infectados son más proclives a desarrollar la enfermedad los que están malnutridos, así como aquellos sometidos a un régimen laboral casi esclavista que debilita su sistema inmune.
ISSN N/D
ISBN 978-84-9781-983-1 (edición libro-e)
EAN N/D
NIPO 083-14-188-7
Fecha de publicación 8/4/2015
Año de edición 2015
Autor Instituto de Medicina Preventiva de la Defensa
Editor No
Número de páginas 96
Idioma Español
Colecciones No
Número de Colección N/D