Entrevista E N EL LUGAR SE RESPIRA TRIUNFO. Sobre la tierra toledana del aceite y del olivo se erige “Villa Sedoso”. Lleva el nombre del astado al que Eugenio Moreno (Mora de Toledo, 1975) cortó dos orejas en la Feria de San Isidro de 1998, probablemente uno de sus momentos más brillantes para él. Solo un año antes, el 7 de agosto, el torero moracho tomaba la alternativa en Toledo. Nuestro anfitrión no tarda en aparecer. Cuando se cumplen dos décadas de aquel momento, recibe al Tierra en su hogar. Su mirada denota aires de temple y técnica. Por unos momentos ha dejado el traje de luces para abrir las puertas del Eugenio cotidiano, en su día a día. Su reconocida estatura toma asiento, está dispuesto a recorrer lo más alto de su trayectoria. Han pasado 20 años. ¿Cómo recuerda el día en que tomó la alternativa? Fue un día muy especial, de una gran felicidad, porque suponía conseguir lo que siempre había soñado desde que era un chaval. Había tenido hasta entonces una carrera muy brillante. Se cumplía el sueño de ser matador de toros, con el añadido de hacerlo en mi tierra y con un cartel muy bueno. Salió todo perfecto y corté tres orejas. Estaban en aquel cartel grandes figuras del toreo como Curro Romero y José Tomás... ¿Qué relación mantiene con ellos? Guardo un respeto muy grande, y mucha admiración a Curro Romero, pero sobre todo el agradecimiento de que un torero como él, tan legendario y de tantos contrastes, quisiera ser entonces mi padrino 56
TIERRA EDICION DIGITAL 26
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