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AACCTTUUAALLIIDDAADD DDEE LLAA BBRRIIPPAACC sienten en sus corazones un cosquilleo al oír la palabra España y para que el mundo entero sepa que lo que nuestros héroes sembraron sigue creciendo dentro de nuestros corazones de artilleros paracaidistas, gritad conmigo: ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva la Artillería! Salva durante la interpretación del Himno de Artillería 55 Artillería de la época, causándole la muerte de manera instantánea. Su uniforme fue expoliado y su cuerpo envuelto en una lona de tienda de campaña. Esa misma noche ambos cuerpos descansarían juntos en la cripta del convento de San Martín. Daoiz con el uniforme con el que murió. Velarde con un hábito de franciscano que presentó una persona desconocida. Sus restos fueron exhumados y trasladados al Parque de Monteleón, donde estuvieron hasta el 2 de mayo de 1814, fecha en la que viajaron a la Iglesia de San Isidro el Real, para permanecer allí hasta 1839. Ese año, por fin, sus cuerpos descansaron en paz en el monumento que al efecto se erigió en el Campo de la Lealtad. Así comenzó el 2 de mayo, sublime locura, insensatez gloriosa, grandioso heroísmo, trágico sacrificio que encendió el alma de España y despertó la adormecida pero viva conciencia nacional. Así señalaron, para ejemplo de generaciones, con su vida heroica, con su muerte gloriosa, los capitanes Daoiz y Velarde el camino blanco del sol, del honor, de la independencia y de la libertad de la Patria. Así se abrió nuestro historial artillero, sin escatimar ni una gota de su sangre para escribir en él páginas de gloria... Permítanme que termine esta alocución, con aquellas palabras con las que, un 2 de mayo de 1947, comenzaba a dirigirse a los cadetes un capitán con mayor acierto que yo, y que por su belleza paso a reproducir: “...Pasa todo en la vida; la vida es sólo transición, pasan los hombres y las generaciones, pasan la flor y la espiga. Las golondrinas que emigren este año, quizá, no volverán al que viene. Todo pasa pero la Patria permanece; la Patria, que no es el río, ni el monte, ni la geografía, ni la nostalgia, queda siempre; la Patria, que es una síntesis fecunda plena de tradición y de historia, proyectada hacia un futuro claro, preciso e indeclinable; ...a ésa no se le puede poner yugo sin ultraje, ni puede ser sojuzgada sin que la ira estalle, sin que los pechos se rompan en alaridos, sin que el dolor se haga rebeldía, y el dulce cantar, sátira sangrienta, y la paciencia, improperio, y la cautela, celada, y el monte, obstáculo, y la llanura, campo de batalla...”. Y ahora, para que nos escuchen desde el cielo quienes nos dejaron su ejemplo y su coraje, para que se emocionen todos aquellos que de una u otra forma Foto superior: para el desfile de la fuerza, las unidades se retiran a paso ligero Foto inferior: con el desfile de la fuerza, GEBRIPAC pudo comprobar el grado de instrucción en orden cerrado del GACAPAC


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