Boletín de Información, número 324 Por su parte, la Unión Europea cerró su misión en apoyo de la SSR en Guinea-Bissau en septiembre de 2010, debido al incumplimiento de to-dos los requisitos exigidos para continuar con la misión, esto es, el res-tablecimiento del orden constitucional y del imperio de la ley, el fin de la detención ilegal del depuesto JEMAD, Zamora Induta, y el castigo de los responsables de los incidentes del 1 de abril. Esta misión se había lanza-do en junio de 2008 bajo el segundo pilar de la Unión Europea, la CSDP, y ha invertido un total de ocho millones de euros en distintos proyectos encaminados a crear las condiciones para la implantación de la Estrate-gia Nacional de Seguridad de Guinea-Bissau, que había sido aprobada por la Asamblea Nacional de aquel país en enero de 2008. A esta hay que añadir aportaciones adicionales de la Unión Europea por valor de más de 10 millones de euros, así como las de otras organizacio-nes globales y regionales como la Organización de Naciones Unidas (13 millones de dólares) o la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (ECOWAS), y de países como: Brasil, Portugal, China, Esta-dos Unidos, Angola, Suráfrica, Italia, España o Canadá. Es difícil cuantificar el alcance de la ayuda de todos estos donantes des-de que se iniciara el proceso de reforma, pero las cifras que se han podido aportar en este artículo y el considerable número de actores in-volucrados en esta tarea dan sin lugar a dudas una idea del enorme esfuerzo que se requiere para afrontar un proyecto de esta naturaleza, máxime teniendo en cuenta que en este caso se trata de uno de los paí-ses más pequeños de África, con tan sólo 30.000 kilómetros cuadrados de extensión y 1,5 millones de habitantes, y que todo ese esfuerzo no ha impedido que el país se encuentre sumido de nuevo en una situa-ción de extrema incertidumbre tras el último golpe de Estado del pasa-do 12 de abril. Todas estas consideraciones obligan necesariamente a plantearse si merece la pena realizar el esfuerzo que supone emprender este tipo de reformas cuando no se dan las condiciones mínimas que permitan alentar expectativas realistas de que se puedan alcanzar los objetivos deseados. — 62 — Otras aplicaciones de la SSR En los dos epígrafes anteriores hemos abordado el análisis sucinto de la SSR en dos países: Suráfrica y Guinea-Bissau, y hemos visto que los
BOLETIN INFORMACION CESEDEN 324
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