54 MEMORIAL ARTILLERíA, nº 171/1 - Junio de 2015 de Instrucción y Empleo Arriba: El Guepard, el prototipo en Occidente de medio de defensa aérea de unidades móviles terrestres. Abajo: Sistema Skyshield, con cañones automáticos de 35 mm, sistema Gatling. Comparte la Unidad de Sensores (en segundo plano) con nuestro sistema Skydor. les) de la Armada, casi contem-poráneo y con la misma filosofía que nuestro “Meroka” (nacidos ambos al calor del hundimiento del destructor Sheaffield por un misil Exocet en la guerra de las Malvinas). Con la misma filoso-fía, está en desarrollo el alemán NBS MANTIS (Modular, Au-tomatic and Network-capable Targeting and Interception Sys-tem), que conjuga direcciones de tiro Skyshield con cañones-revólver de 35 mm. ◊ Sistemas “en los que el ca-ñón complementa a un siste-ma de misiles, como los rusos “Tunguska M1” y “Pantsir-S” o el “Rapid-fire” francés, significa-tivamente dotado con munición AHEAD. En estos sistemas, el cañón sirve como complemen-to a misiles de mayor alcance, para amenazas inesperadas, aparecidas a distancias meno-res de la mínima de empleo de sus misiles. En conjunto, ninguno de los sis-temas en desarrollo aporta capa-cidades nuevas sobre lo expuesto. Puede detectarse un interés cre-ciente en emplear los cañones an-tiaéreos frente a armas guiadas (sistemas NBS MANTIS, CIWS, “Rapidfire”…). El examen de estos materiales permite apreciar que no existen grandes avances tecnológi-cos, lo que parece confirmar la tesis de que el cañón antiaéreo, tal como lo conocemos, es un arma que no admite muchas mejoras. Sin embargo, sí existen otros trabajos destinados a desarro-llar armas antiaéreas similares a nuestros cañones actuales: las centradas en la construcción de cañones electromagnéticos y las basadas en energía dirigida. En ambos casos, serán ingenios an-tiaéreos no basados en misiles, sino en el lanzamiento de proyec-tiles o de energía hacia un blan-co, controlados desde un sistema de dirección de tiro basado en tierra. En ambos casos se persi-gue superar el “talón de Aquiles” del cañón antiaéreo: el tiempo de vuelo del proyectil. Así, los caño-nes electromagnéticos esperan conseguir velocidades iniciales de varios miles de metros por se-gundo, mientras que las armas de energía dirigida impactarán en sus blancos a la velocidad de la luz… Pero ambos desarrollos tec-nológicos están todavía en etapas muy tempranas.
MEMORIAL ARTILLERIA JUN 2015
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