Noticias del Arma 10 ACTIVIDADES DE LAS UNIDADES DEL ARMA la pérdida de casi todo su ajuar histórico que fue quedando esparcido a cargo de las unidades que ocuparon su lugar o de las que se les asignó, siguiendo los mandatos de las instrucciones de reorga-nización, o simplemente se dio por perdido. El caso es que al dejar la que fue su casa durante 21 años, la más estable hasta entonces, el Cuartel de Conde Duque de Madrid, edificio en el que en su esquina oeste –por detalle romántico hacia el Montesa del arquitecto Carlos de Riaño que lo reformó no hace mucho tiempo– aún quedan unas cruces de su Orden embutidas sobre el granito de sus muros exteriores, la ya Brigada Blindada se instaló en enero de 1965 para morir muy poco después en el Campamento de Retamares, en Pozuelo de Alarcón, tierra que, como dice Salvador García de Pruneda en su novela La Soledad de Alcuneza, encarna como pocas el espíritu militar, porque, y cito de memoria, es pobre, es abierta y es bella. Es en esa tierra donde sus componentes se despidieron del estandarte el 31 de agosto de 1965, dejando lugar al glorioso Regimiento Ligero Acorazado Villaviciosa 14 y a la flamante División Aco-razada y, tras de sí, las pocas cosas que le quedaban. En diciembre de ese mismo año su nombre y su historia se trasladan a Ceuta, pero poco más; dicen los viejos del lugar que veinte o treinta cajas con documentación. El tiempo pasa, y como nuestros recuerdos viajan con nosotros, ¿quién, de los que hemos hecho semanas o servicios de cuartel en el Villaviciosa –en el acuartelamiento General Ca-valcanti– no recuerda el cuadro de un escuadrón formado en el patio de Conde Duque con caballos rienda en mano esperando dar agua en el abrevadero que debía entonces existir en su patio? ¿Y la leyenda de su extremo inferior derecho? Les refresco la memoria a unos y les cuento a otros: el cuadro presidía el comedor de tropa y la dedicatoria «Al Regimiento Montesa 3. G. Longoria 1958». En otro tiempo, en 1943, el Ejército decide retomar los nombres históricos y recoger los historiales de las unidades, abandonados desde la reforma de 1931. De este modo el Regi-miento Mixto de Caballería núm. 11, sito en el Cuartel de Conde Duque, se transforma en el Regimiento de Cazadores de Montesa y recoge el historial de otro regimiento histórico del Arma, el de Lanceros del Príncipe núm. 3, disuelto en 1931, y unas magníficas sillas repu-jadas con su escudo. Poco o nada más del que, como dice su lema, «siembra por doquier el terror y el espanto». Sigue pasando el tiempo y, en el año 2002 –avatares nuevamente de las reorganizaciones–, el Villaviciosa 14 se traslada a Valladolid, a Santovenia de Pisuerga, y pasa a ser Farnesio 12, quedando instalados el cuadro del Montesa y las sillas del Príncipe en el hall de entrada al edificio de mando, donde han estado hasta la fecha; fecha en la que gracias al apunte de un antiguo mando que reactivó mis recuerdos, enlazamos acontecimientos históricos que nos han llevado a poner en marcha el proyecto de devolución histórica que acabamos de cumplir. Explicada y solicitada la intención de restitución al coronel del Farnesio, Fernando de Prat Martí, que dio su imprescindible conformidad y apoyo que agradecemos, viendo la fac-tibilidad con los centros de Historia y Cultura Militar de Ceuta y Noroeste para la reasigna-ción por medio del MILES, pedido el parecer del inspector del Arma que siendo positivo lo impulsó, nos pusimos manos a la obra: Montesa con las solicitudes oficiales, Farnesio con las actas de entrega, facilidades, embalaje y, sobre todo, con generosidad y la AALOG 61 con el transporte. Todas estas acciones han hecho posible que el Montesa, actualmente en Ceuta, coincidiendo con el 50 aniversario de su reorganización en esta ciudad española del norte de África, recupere un pedazo de su historia que estaba perdida. Gracias a todos. Coronel Santiago Conde de Arjona, jefe del Regimiento Montesa.
MEMORIAL DE CABALLERIA 79
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