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REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2014

TEMAS PROFESIONALES tual y a la extrema dificultad de realizar prospectiva en casi cualquier campo, pero mucho más aún en el ámbito de la seguridad y en la necesaria transformación de las estructuras de seguridad y defensa para hacer frente a los momentos de incertidumbre y cambio. Estado de la cuestión En los últimos años la forma de afrontar los conflictos ha evolucionado y consiguientemente el tipo de fuerza requerida y su empleo en el escenario del conflicto. En esta evolución han influido no solo factores ligados directamente con la fuerza y la amenaza, sino también la evolución de la geopolítica mundial desde el mundo bipolar definido por la Guerra Fría, la irrupción de una nueva oleada histórica de nacionalismos exacerbados, la amenaza de Al-Qaeda y el terrorismo global de carácter yihadista-salafista y, no en menor medida, la crisis financiera que floreció en el año 2008 y que ha condicionado desde entonces no solo la distribución de los presupuestos, sino también la aceptación por parte de la población de determinadas partidas presupuestarias, entre las que inevitablemente se encuentran las destinadas a la Defensa, en perjuicio de otras asociadas al mantenimiento del estado de bienestar alcanzado en las últimas décadas. En el caso de España este escenario está condicionado por la necesaria modernización de material llevada a cabo tras la plena profesionalización de las Fuerzas Armadas a través de los conocidos como Programas Especiales de Armamento (PEA), el programa presupuestario 464.B, que se sustancia en préstamos con financiación privilegiada a las empresas del sector encargadas de la fabricación de dichos PEA. Estos programas, como admitió la Secretaría de Estado de Defensa en 2011, «...fueron contratados al margen de la realidad financiera del Ministerio de Defensa, hasta el punto de que se están viendo afectadas otras necesidades del propio Ministerio». Las obligaciones contraídas a través de los PEA afectan de forma decisiva a las partidas presupuestarias del Ministerio de Defensa, no solo porque en el año 2013 se debía haber comenzado, por parte de las empresas, la devolución de los préstamos de Industria, sino porque también el Ministerio de Defensa, a su vez, debía iniciar los desembolsos a los que se comprometió (3). Teniendo en cuenta que los recursos del Ministerio no cubren lo comprometido y que no (3) En contra de lo afirmado en diversas fuentes sobre la infradotación presupuestaria del Ministerio de Defensa como causa de la actual situación, algunos autores, aplicando una metodología de análisis de acuerdo a los criterios de la OTAN y la Agencia Europea de Defensa, afirman que no hay un abrupto descenso del presupuesto de defensa en los últimos años, sino un abrupto descenso de los créditos iniciales que son compensados a lo largo del año, oscilando el gasto de defensa en un intervalo del 1,1 y el 1,3 por 100 (el doble de lo expresado oficialmente si se aplica la metodología anteriormente citada). Para ampliar la información sobre la 510 Octubre


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