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124 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos Núm. 2 / 2013 ciones presupuestarias que se van a producir en los Estados Unidos, el balance global de fuerzas entre ambos países va a cambiar. 4.3 La reducción del ahorro y sus consecuencias para el superávit y la capacidad de financiación de la economía de China. La principal razón que explica el alto nivel de ahorro chino es la práctica inexistencia de un sistema de salud público y de pensiones de jubilación. Sobre todo lo segundo, que induce a los trabajadores chinos a ahorrar mucho para disponer de recursos para el día de su retiro, dado que la política del hijo único hace inviable que los hijos mantengan a los padres en el futuro. Por tanto el gobierno chino está poniendo en marcha reformas para, primero, poner en pie un sistema de salud público, aunque no de las dimensiones de los europeos. Después abordará el asunto de las pensiones de jubilación. En mayor o menor medida, esos cambios reducirán el ahorro privado; y, por tanto, incrementarán también el consumo de los particulares, sobre todo entre las capas de población cuyos ingresos actuales son muy magros. La consecuencia es que la producción de bienes y servicios de las empresas chinas se dirigirá de forma creciente a su gran mercado interno, en lugar de orientarse a la exportación. En estos momentos, China tiene ya una clase media que es la segunda en dimensiones después de la norteamericana, y estas medidas harán que se incremente. Sobre todo, que aumente el número de personas pertenecientes a la clase media-baja, impulsando así el consumo. Las consecuencias son difíciles de prever, pero las agregadas no: las exportaciones se reducirán y las importaciones crecerán, porque un amplio conjunto de familias con poder adquisitivo absorberán parte de la producción de las empresas nacionales -menos exportaciones por tanto-, y al mismo tiempo comprarán más bienes extranjeros. La Balanza Comercial seguirá teniendo signo positivo, pero su cuantía será inferior y lo mismo ocurrirá con la Balanza por Cuenta Corriente. A su vez, el signo negativo de la Balanza Financiera (el dinero que sale del país para invertirse en otros) se reducirá también. Por tanto China dispondrá de menos fondos para invertir, entre otras cosas, en Bonos del Tesoro de USA. Hay que poner de manifiesto en este punto que el proceso no es consecuencia de una voluntad deliberada del gobierno chino, sino una derivada de la consecución de sus objetivos; sustituir crecimiento gracias a las exportaciones por crecimiento gracias a la demanda interna. Es un fenómeno automático e involuntario, pero que tendrá serias consecuencias sobre la financiación de la economía de Estados Unidos, y más concretamente sobre el presupuesto federal. Teniendo en cuenta el peso que tienen los gastos militares, como hemos mostrado anteriormente, podemos anticipar que habrán de reducirse, salvo que el gobierno decida recortar drásticamente otras partidas o pueda incrementar la recaudación por impuestos. Es improbable que el déficit presupuestario norteamericano pueda financiarse, en otras fuentes, de la forma masiva en la que se hace ahora con fondos chinos. Por tanto, debemos contar con una reducción de los gastos militares agregados en Estados Unidos, lo que afectará también al cambio en el balance de fuerzas entre


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