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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 115

¿REACCIONARIOS O LIBERALES? ¿INDISCIPLINADOS... 197 el cardenal Brinole les ofreció un espléndido banquete al que asistieron el delegado pontificio, el obispo de Magliano y toda la oficialidad. Por la tarde, antes de abandonar la población, formadas las unidades en orden de parada, fueron revisadas y bendecidas por el cardenal, que no hizo más que elogiar-las. Y al abandonar las tropas el pueblo las acompañó a pie durante más de una milla. Antes de llegar esa misma noche a Poggio Mirteto, pasaron, ya anochecido, por Cantalupo, donde les recibieron con todo el pueblo ilumi-nado y les ofrecieron una ración de vino. El día 10, en Poggio Mirteto, el obispo les tenía preparado un agasajo similar. El capitán Juan March, que guarnecía la población, le comentó al coronel Santiago que, en los diversos desplazamientos que hizo a los pueblos de los alrededores para proceder al desarme, fue recibido y obsequiado de la misma manera121. Revista de Historia Militar, 115 (2014), pp. 163-217. ISSN: 0482-5748 Terni Terni tenía una población de 9.000 habitantes122. Cuando llegaron las tropas españolas en toda la provincia seguía rigiendo el gobierno republica-no. Se encontraban en ella un gran número de revolucionarios y voluntarios seguidores de Garibaldi que se habían refugiado en la ciudad, abandonando a este durante su huida de Roma, y otros que, procedentes de Ancona, Bolo-nia y Roma, fueron expulsados de dichas ciudades. Su número, unido al de la guardia cívica, según el general Córdova, alcanzaba los 12.000 o 14.000 individuos. Una cifra un tanto desmesurada, pero que revela cómo en una población relativamente pequeña debían de tener amedrentados y, en algu-nos casos, incluso amenazados a los partidarios del papa123. Evidentemente, cuando el 22 de julio las tropas del general Lersundi entraron en la ciudad camino de Spoleto y abatieron los árboles y banderas de la libertad los españoles no podían ser bien acogidos. Los republicanos 121  MAE, legajo 851, Velletri, 21-9-49 (original), Córdova a Martínez de la Rosa. ARAH, Calderón, legajo 9/4437, Terni, 2-8-49 (carta, minuta), Calderón a Narváez. 122  El Clamor Público, 4-9-1849. 123  A pesar de que la cifra dada por el general Córdova sea un tanto desmesurada, sin duda había un elevado número de republicanos en la ciudad. El general Oudinot, el 4 de julio, al día siguiente de entrar en Roma sus fuerzas, dispuso que las tropas roma-nas se distribuyesen por diversos acantonamientos fuera de la capital. A Terni debían ir 2.500 hombres y a Rieti otros 2.500. Pero a estas cifras habría que añadir los vo-luntarios procedentes de Ancona y Bolonia, que una vez ocupadas por los austriacos se refugiaron en Terni y otros pueblos de los alrededores, y los numerosos desertores de la legión de Garibaldi, que en su huida de Roma se fueron desperdigando por la misma zona véase AER, Miscellanea, Repubblica Romana del 1849, busta 98/282, Roma, 4-7-49 (copia).


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