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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 114

SEXTO POMPEYO EN HISPANIA 45 al conocer la noticia de la derrota gracias a un joven de nombre Valerio (Diouron se pregunta si pudiera ser un pariente del Valerio Flaco que muere en Dyrrhachium Caes. BCiv., 3, 53, 2)17, que Schor fecha en el día 18 de marzo, es decir, un día después del combate principal entre ambos ejércitos contendientes18, decidió huir de Corduba con los pocos jinetes que tenía a su servicio (un centenar según Orosio), a quienes repartió el dinero que tenía disponible, puesto que salió de la ciudad diciendo a sus habitantes que iba a pactar la paz con César, y salió de la ciudad en la segunda vigilia (es decir, antes de medianoche); en realidad, se dirigió hacia el interior de la Península (Cic. Att., 12, 37a, 1. BHisp., 32, 4-5. Dio Cass., 43, 39, 1; 45, 10, 1. Eutrop., 6, 24. Oros., 6, 16, 9. Str., 3m, 2, 2. Vir. Ill., 78, 8; 84, 1. Zonar., 10, 10). Nótese que tanto De Viris Illustribus como Orosio mencionan que después de Munda murió Sexto pero, como se ha dicho, en realidad fue su hermano Cneo quien pereció (vid. p. e., Oros., 6, 16, 8, en que se confunde la actuación de ambos hermanos). A pesar de la huida de Sexto y de existir en Corduba un nutrido grupo filocesariano, los pompeyanos siguieron ostentando el poder, por lo que no es de extrañar que surgiera dentro de la ciudad una lucha interna entre ambos partidos antes de la llegada del propio César y su ejército dentro de sus Revista de Historia Militar, 114 (2013), pp. 41-108. ISSN: 0482-5748 muros (BHisp., 34, 1). En este contexto, hay que tener en cuenta el papel que desempeñaron las tropas que habían sido mandadas por Sexto Pompeyo y que seguían en Corduba, donde apoyaron al bando filopompeyano en la batalla que se desarrolló dentro de la misma ciudad. Estas fuerzas estaban constituidas por varias legiones, formadas con fugitivos y esclavos manumitidos (BHisp., 34, 2), lo que es ciertamente exagerado, aunque hay que señalar que la aristocracia romana estaba acostumbrada a utilizar como soldados a sus clientes, libertos y esclavos; a los anteriores habría que sumar numerosos indígenas. Existe polémica acerca de las fuerzas que en este momento tenía Sexto Pompeyo. Por un lado, al menos serían como mínimo dos, por la utilización del plural (una de ellas la legio XIII, BHisp., 34, 5), que había que sumar a las trece legiones al mando de Cneo Pompeyo hijo19. Si bien se ha considerado que las dos legiones de Corduba pertenecen al total de legiones atribuidas a Cneo Pompeyo hijo20, más bien deben considerarse una fuerza independien- 17  DIOURON, Nicole: Pseudo-César. Guerre d’Espagne. Texte établi et traduit par… Les Belles Lettres, París, 1999, pág. 131. 18  SCHOR, Bruno: op. cit., pág. 26. 19  DIOURON, Nicole: op. cit., pág. 137 20  RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Julio: «Legiones romanas en el Mediterráneo occidental. Las unidades legionarias en Hispania durante la guerra civil del 49 al 45 a. C.», en El Mediterráneo: Hechos de Relevancia Histórico-Militar y sus Repercusiones en Espa


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