Actividades << VII Bandera “Valenzuela” EJERCICIO “RANCAÑO” Capitán de Infantería D. Pablo Casado García El 25 de noviembre la VII Bandera asistía a la reactivación de su 3ª Compañía de Fusiles, la antigua 27ª, desactivada durante casi catorce años. En apenas un mes, ha podido realizar sus primeras maniobras. Tras un periodo de organización, durante los días del 12 al 18 de diciembre, la 3ª Compañía ha podido realizar y adiestrarse en un su primer ejercicio ALFA. Este ha marcado el punto de partida y ha defi nido la línea de trabajo a seguir. La posibilidad de realizarlo en el Campo de Tiro y Maniobras de Navetas (Ronda) y de disponer de todas las instalaciones para la Compañía, resultó de gran interés y aprovechamiento para todos. El ejercicio se denominó “RANCAÑO”, en honor al primer muerto en combate de la VII Bandera “Valenzuela”, el sargento D. Eduardo Rancaño Martínez, caído el 18 de julio de 1925 y que pertenecía, precisamente, a la 27ª Compañía de Fusiles. Debido a ser una unidad de nueva creación, organizada con personal y medios segregados del resto de las compañías de la Bandera y de contar con un número considerable de personal de reciente incorporación a las Fuerzas Armadas, las maniobras se concibieron como la mejor oportunidad para asentar los cimientos y defi nir la línea de trabajo a seguir en el futuro. Los objetivos que se buscaban eran la cohesión de los pelotones y el adiestramiento de las secciones, deseando poder realizar ejercicios y movimientos básicos de infantería ligera, objetivos que fueron logrados con creces. Dentro del programa de actividades, los legionarios realizaron ejercicios de tiro, movimientos de pelotón y sección y ejercicios de fuego real. Destacamos también el adiestramiento de la Sección de Armas, que pudo realizar tiro con mortero y del Pelotón de Defensa Contra Carro y ametralladoras medias que dispuso de sus medios para poder apoyar con sus fuegos a las secciones de fusiles. La valoración general ha sido muy positiva, los pelotones pudieron adiestrarse con garantías y los cuadros de mando pudieron conocer sobre el terreno a su personal, marcar su impronta y carácter y, al fi nal, defi nir los tiempos y necesidades de la Compañía para alcanzar lo antes posible el nivel del resto de compañías de la Bandera, que no es otra que la de trabajar sin contar los días, ni los meses, ni los años. 530 · I-2015 11
LA LEGION 530
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