VETERANOS PARACAIIDIISTAS más imprevisible la situación, más te superabas y mejor cumplías la misión! ¡Siempre fuiste voluntario con tu Cía. para cualquier sacrificio, los puestos de mayor riesgo y fatiga fueron los puestos de mayor honor para ti! ¡Siempre ayudaste al débil, te alegrabas de los éxitos de tus compañeros y nunca envidiaste a nadie. Al contrario, siempre procurabas superarlos por tus propios medios y lo conseguias! ¡Mi Gral., Dios te dio un alma, tus padres un cuerpo, la patria un arma. Siempre conservaste limpios los tres! ¡Cientos de veces bajastes con fuerza desde el cielo, pero nunca olvidastes la manera de subir a él! Este 7 de marzo, en tu último adiós, todos tus jefes, compañeros, amigos y estos nobles y leales subordinados tuyos, que tuvimos el honor y la oportunidad de haber estado bajo tu digno mando, para un mejor servir a nuestra querida España, queremos tenerte siempre presente en el pensamiento y en nuestros corazones; es por lo que nos unimos, incondicionalmente, en el dolor y en el sentimiento de estos tristes momentos con tus seres queridos. Todos estuvieron siempre a tu lado, hasta el final, dando un verdadero ejemplo de cariño y amor a su ser más querido. Tu hijo Paco, Pilar y tus dos nietos Paquito y María se dedicaron en cuerpo y alma, incansablemente las 24 horas del día en los últimos meses de tu fatal desenlace con la vida, cuidando de ti. Mi Gral., ¡la muerte no es el final del camino!, aún te queda junto a Berta, una nueva e importante misión que cumplir, al estar los dos de nuevo unidos y juntos a nuestro Sr. Dios, Padre Todopoderoso, en el más allá, os pedimos que abráis y extendáis vuestros brazos, abráis vuestras manos para seguir velando y protegiendo a todos vuestros seres queridos, compañeros y amigos. Por tanto, no te decimos adiós, sino un hasta siempre. Mi Gral., te demandó el honor y obedeciste; te requirió el deber y lo acataste; con tu sangre y sudor la empresa rubicaste; con tu esfuerzo la patria engrandeciste; fuiste grande y fuerte, porque fuiste fiel al juramento que empeñaste. Por eso como valiente luchaste y como héroe moriste. Por la patria morir fue tu destino, servir en los ejercitos tu vocación y sino; no quisiste servir a 64 otra bandera, no quisiste andar otro camino, no supiste vivir de otra manera. Queridos amigos y compañeros, desde nuestra revista paracaidista BOINA NEGRA, os pido que junto a sus seres queridos dediquemos unos minutos para rezar una oración por el eterno descanso de este ilustre militar del Arma de Infantería Paracaidista y gran español: ¡Gral. Rubio Valera! ¡Con nosotros! Saludo del TG. Gutierrez Mellado en unas maniobras (cedida por su hijo) Foto superior: con el Cap. Robles en un aniversario de la 6.ª Cía. Foto inferior: audiencia de S, M. Don Juna Carlos I (cedidas por su hijo)
BOINA NEGRA 279
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