Page 227

REVISTA IEEE 0

227 Beatriz Larriba Hinojar El moderno conflicto tailandés acusaciones, presuntos interrogatorios y muertes sin control judicial-5, la errática ma-nera que tuvo su gobierno de abordar el problema de la insurgencia en el Sur -donde la matanza de Tak Bai del 25 de octubre de 2005 marcó un triste hito en la historia tailandesa de la lucha contra la insurgencia6-, su control de los medios de comunica-ción, y los ataques a la libertad de prensa, hicieron que comenzasen a surgir numerosas voces críticas. En respuesta a esas acusaciones -las relacionadas con corrupción y abuso de po-der- el Assets Examination Committee (AEC) decidió, en junio de 2007, inmovilizar 76.000 millones de bahts (unos 2.000 millones de euros) de sus cuentas bancarias, por enriquecimiento patrimonial ilícito y malversación. A esta decisión -confirmada por la trascendental sentencia de la Corte Suprema, de 26 de enero de 2010-, le siguió otra sentencia, de 21 de octubre de 2008, que le condenó en ausencia a dos años de prisión, por abuso de poder, cuando era Primer Ministro7. Desde que se emitió esta sentencia, Thaksin Shinawatra es un fugitivo de la justicia tailandesa, en búsqueda de asilo por diferentes países, con varios casos penales abiertos y una orden de arresto, emitida el 25 de mayo de 2010, por la presunta comisión de actos de terrorismo relacionados con las protestas de los Red Shirts o camisas rojas de 2010. La crisis de finales de 2005 y el golpe de Estado de 2006 Una de las primeras voces que se alzaron en 2005 contra la administración de Thaksin Shinawatra fue Sondhi Limtongkul, conocido magnate de los medios de comunicación, quien emprendió una cruzada personal por lo que él consideró la defensa de los valores tradicionales de la nación tailandesa -la ética, la religión y la monarquía-, puestos en peligro, a su entender, por los constantes ataques proceden-tes del gobierno de Thaksin Shinawatra, y por la creciente corrupción. Esta cruzada culminó con la creación del primer gran movimiento popular contra el Primer Mi-nistro, el People Alliance for Democracy (PAD), conocido como los Yellow Shirts o camisas amarillas por adoptar en su vestimenta este color, símbolo del rey tailandés. Por esas fechas, Sondhi Limtongkul sufrió un controvertido y nunca aclarado inten-to de asesinato. 5  Vid, para una vision crítica, Jaran Cosananund, “Human rights and the war on drugs: problems of conception, consciousness and social responsability”, Thailand Human Rights Journal, 1, 2003, pp 59 a 87. Asimismo, véase la versión inglesa del informe titulado “The war on Drugs, HIV/AIDS and Violations of Human Rights in Thailand”, elaborado por la organización Human Rights Watch, que puede consultarse en la siguiente dirección: http://www.hrw.org/campaigns/aids/2004/thai.htm 6  El 25 de octubre de 2004, ochenta y siete presuntos insurgentes murieron, en condiciones no acla-radas, tras ser arrestados por la policía y por tropas tailandesas en el distrito de Tak Bai, provincia de Narathiwat. A este suceso le precedió la matanza de ciento trece personas en la mezquita de Krue Sae, el 28 de abril, a manos de soldados y policías. La mayoría de los muertos eran militantes musulmanes. 7  Contraviniendo así lo establecido en el art. 100 de la National Counter Corruption Act, que prohí-be a los miembros del gobierno y a sus esposas tener intereses en contratos con agencias estatales que estén bajo su autoridad. Es el conocido como Ratchadapisek Land Case.


REVISTA IEEE 0
To see the actual publication please follow the link above