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25 Antonio Fonfría - Raquel Marín Factores explicativos del gasto en defensa... Debido a las ventajas que este método presenta frente al estimador GMM en dife-rencias, las regresiones se estimarán por medio de system GMM. Para evaluar la validez del modelo definido en este trabajo, se llevarán a cabo diferentes tests en cada una de las estimaciones9. Por lo que se refiere a la variable a explicar, la más habitual es el gasto en defensa en volumen absoluto –Kollias, 2004, Solomon, 2005, Alonso y Martínez, 2007-, la cual aproxima el grado de actividad militar de un país. Bien es cierto, que en otras ocasio-nes se trata de explicar el gasto en términos per cápita, aunque suele ser más habitual en los modelos de votante mediano, tal y como exponen Murdoch y Sandler, 1984. Igualmente, se ha utilizado el gasto en defensa relativizado por el tamaño de la eco-nomía, esto es como porcentaje del PIB –Kollias, Mylonidis y Paleologou, 2007-. En definitiva no existe unanimidad en la variable que aproxima de forma más adecuada la demanda de defensa de un país. Por ello, se van a realizar dos estimaciones diferentes, utilizando tanto el gasto en defensa en volumen absoluto, como su porcentaje con relación al producto. Las variables explicativas que se incluyen en las estimaciones son las siguientes10: 1.- El gasto en defensa retardado un período, lo cual permite conocer la relevancia del incrementalismo existente en la determinación del gasto entre períodos y, por tanto, el grado de inercia de la burocracia de los países. El signo esperado en esta variable es positivo. 2.- El producto per capita de los países. La consideración de esta variable trata de aportar nueva evidencia acerca de su capacidad explicativa sobre el gasto en defensa –puesta en duda en numerosos trabajos, tal y como se ha expuesto anteriormente- y, conocer si el bien defensa es normal o no respecto de la renta. En este caso se espera que el tamaño del coeficiente no sea muy elevado pero si significativo y positivo. 3.- El nivel de precios relativos o indicador de la inflación militar. En este caso se ha utilizado el cociente entre los precios de producción industrial y el índice de precios al consumo de los países. Se ha creído más adecuado utilizar los precios industriales que el deflactor del PIB, debido a que éste último incluye bienes de 9  En primer lugar, se obtendrá el test de Arellano y Bond para las autocorrelaciones de primer y se-gundo orden de los residuos (AR(1), AR(2)). Si no existe un problema de autocorrelación en las series, los residuos deberían caracterizarse por una correlación negativa de primer orden y por una ausencia de correlación de segundo orden. En segundo lugar, se llevará a cabo el test de Hansen para compro-bar la validez de los instrumentos, es decir, si se están imponiendo excesivas restricciones. No rechazar la hipótesis nula indicaría que los instrumentos son válidos y, en consecuencia, que la especificación del modelo es también válida. Por último, se llevará a cabo la estimación en dos etapas ya que ofrece estimadores robustos y eficientes. 10  La cuantificación de las variables utilizadas es la siguiente: El PIB y el gasto en defensa se expresan en millones de US $ a precios y tipo de cambio constantes de 2000; la población en miles de perso-nas; el número de miembros de las FFAA en miles de militares. Los datos se han obtenido del Banco Mundial, OTAN y estadísticas de los países.


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