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HISTORIA MILITAR DE LA GUERRA CIVIL EN MADRID - FUENTES PRIMARIAS -

Las soluciones constructivas del Sistema de Fortificación del interior de Madrid MV. Hay tres Niveles espaciales: - Enfrentamiento con el enemigo (zona de guerra) - Control del enemigo (zona de retaguardia) - Repliegue propio (zona civil) Identificando y definiendo los Requisitos que debe cumplir un Sistema es posible encontrar las respuestas adecuadas. Para ello hay que establecer los medios y los procedimientos a utilizar. Los medios activos u ofensivos. En primer lugar debería dotarse de todo tipo de armas ligeras y medias a la Defensa. El arma más potente es la artillería. Los republicanos si podían utilizar su artillería ligera (60, 70 y 75 mm), si la emplazaban en un extremo de las grandes vías por donde iba a encauzarse el ataque. Se dispondría de largas enfiladas y posicionando los tubos de las piezas en horizontal podrían hostigar directamente a los tanques enemigos, utilizando los disparos perforantes adecuados. En efecto, por las mismas fechas, se establecía un plan de repliegue de la Artillería, que luego veremos, en el que se tenía en cuenta estas necesidades. Este plan identificaba calibres, dotaciones y ubicaciones fijas, incluyendo las piezas antitanques. Las restantes armas antitanques serían las bombas y granadas de mano, las botellas incendiarias o cocteles Molotoff, y las fogatas de tubos, precedente de los lanzafuegos. Los medios semipasivos (activos y pasivos simultáneamente). Fueron dos: el parapeto y la casa fortificados. El parapeto fortificado. Es una defensa ofensiva en la misma calle, que permite igual la defensa que el ataque. El parapeto es ocupado por tiradores, que disponen de troneras y aspilleras para fusiles, armas automáticas e, incluso, ametralladoras, perforando el muro protector. Existen escalones para tiradores y para los lanzadores de granadas. Al mismo tiempo, el parapeto es un obstáculo para la circulación, siempre que sea suficientemente resistente. La mayoría de ellos se protegía, a su vanguardia, con sacos terreros para evitar que se produjeran esquirlas de los adoquines que formaban el parapeto. En algunos casos, pocos, se protegía con un muro de sacos terreros a la retaguardia del parapeto, para proteger a los tiradores de impactos de bombas a su espalda. La Casa en altura fortificada. Esto era una innovación, dada la importancia militar de las posiciones dominantes. Los edificios próximos a una defensa se fortificaban con sacos terreros, en ventanas y balcones, con aspilleras. Una casa suponía muchos parapetos, pero más eficaces y más difíciles de combatir para el enemigo. Su campo de tiro cogía de flanco al atacante. Actuaban como un torreón medieval. Las casas y sus azoteas se llenaban de tiradores con fusiles, armas automáticas y ametralladoras que podían lanzar bombas de mano con gran precisión, utilizando la fuerza de la gravedad. Además se habilitaron comunicaciones entre pisos y entre edificios colindantes, incluso subterráneos, para facilitar el acceso y la evacuación de los tiradores. Se fortificaban sólo las casas cuya ubicación era útil para la Defensa. Las Calles fortificadas. Se consideraban tales las que disponían de parapetos armados y barricadas, a nivel de suelo, y de casas fortificadas, en altura. Todas las rutas de encauzamiento se dotaban de casas fortificadas, que podían hostigar el avance enemigo, y de parapetos, que retrasaban su avance. FUENTES PRIMARIAS No está permitida la reproducción total o parcial de este documento por ningún medio, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright 167

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