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REVISTA HISTORIA MILITAR EXTRA II 2014

138 JUAN LUIS SÁNCHEZ MARTÍN cuarteles, repasaron el Cinca y le condujeron a Barcelona. El rey Carlos dio a Novales patente de capitán, y a los demás de inferiores grados».129 Es de suponer que el Conde realizaría todas las acciones posibles para rescatar a su hermano, pero el archiduque se negó a darle la libertad, ni si-quiera fijando una carencia de servicio, que solía ser de 6 meses. Pons no la recobraría hasta julio de 1711. Nos informa del hecho la Gaceta de Francia, en una noticia fechada el 5.VIII.1711 en Corella, donde a la sazón residía la Corte, tras una larga estancia en Zaragoza. El duque de Vendôme, hallándose en Zaragoza, ha-bía concedido «estos días pasados al señor de San Amand Philippe Claude Touroud, señor de Sint-Amant, oficial holandés prisionero, un permiso bajo palabra para ir a Barcelona, rogándole se concediese una parecida libertad a Don Miguel Pons, prisionero en la misma ciudad». Pons llegó a Peñíscola, de donde marchó a Zaragoza, pero al no encontrar allí a los reyes, a quienes también acompañaba el príncipe Luis, prosiguió su viaje hasta Corella para saludar a sus majestades.130 De hecho, no había recobrado enteramente su libertad, ya que gozaba de un permiso sobre su honor, que implicaba la obligación de volverse a Bar-celona en un plazo cierto, que ignoramos. Pero es probable que finalmente se ajustara el canje entre ambos mariscales, que se habían enfrentado entre sí en la batalla de Almansa, sin que hubiera tenido que regresar a la Ciudad Condal. En todo caso, de la actividad militar de Pons, no volveremos a tener noticia hasta el año siguiente, de vuelta ya en su gobierno ribagorzano, aun-que desconocemos si mantenía también el de Teruel. La campaña de 1712, que comenzó muy temprano en las frías estriba-ciones pirenaicas, fue la más breve en la carrera militar de don Miguel. Tam-bién iba a ser la última, aunque paradójicamente fue en ella donde ganaría el entorchado de teniente general de los RR.EE. El coronel marqués de Villahermosa,131 que había pasado con poca es-colta a Pont de Suert para cobrar las contribuciones tasadas (6.II), fue blo- 129  CASTELLVÍ, Francisco: Op. cit., vol. III, 1999, pág. 40. 130  Gazette de France, núm. 35/1711, du 22 Aoust, pág. 412. 131  Juan José de Andía-Irarrázabal y Urbina (Burgos, ca. 1683-La Coruña, 16.I.1741) era des-cendiente de dos grandes soldados de España: Juan de Urbina (ca. 1486-1529) y Alonso de Sotomayor (1545-1610), ambos muertos a su servicio lejos de ella. Fue hijo único de Francisco Antonio de Andía e Irarrázabal y de doña Josefa Jacinta de Urbina y Velasco. Pasó a servir a Italia en el Tercio ordinario del Estado de Milán, donde obtuvo el mando de una compañía en 1705. Vino repatriado a España con su tercio –renombrado Regimiento de Lombardía– en 1707, y fue promovido a coronel del mismo en enero de 1711, tras el fallecimiento de D. José Enríquez Sotelo (20.XII.1710). Mandó dicha unidad hasta su pro-moción en 1724 al gobierno de Cartagena de Indias, donde ascendió a brigadier por patente de 11.IV.1726, y a mariscal de campo en 1730, cuando se le confió la Capitanía General Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2014, pp. 87-148. ISSN: 0482-5748


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