Page 49

BOINA NEGRA 275

VETERANOS PARACAIDISTAS 50 DESSPEDIIDASS DELGLPAC Sbmy. Mantecón y sus traducciones, este problema no tardó en solventarse. También me costó un poco aprenderme la Oración Paracaidista, Himno, Ideario y Gritos, pero al poco tiempo cuando todas las mañanas en formación recitábamos la Oración y los Gritos, ya los sentía como propios. En febrero, las competiciones del 23-F, donde comprobé que me encontraba en mejor forma física de lo que yo creía, hacía muchos años que no corría tanto como en el cross “Cap. Verde”. Eso sí, después de las buenas carreras, no se podía faltar a las originales casetas montadas por las banderas y grupos a tomarse una “cervecita” bien fría… aunque de frío hablaré un poco más adelante. Para mi fue muy gratificante imbuirme en el “ambientillo cantinero”. Frío, mucho frío, el que pasamos en formación durante el acto del 23-F. Resultaba curioso oír el tintineo de los machetes armados en los fusiles, como resultas del tiritar del personal. Y a vueltas con las actividades cotidianas, pude comprobar que el paracaidista no para quieto, siempre hay algo que hacer, siempre algo que preparar. En abril, llegaron las BETA/13 en San Gregorio, impresionante el despliegue de vehículos y medios además de la exacta coordinación de todos ellos. Después los preparativos para la realización de la prueba de unidad de 10 km. Uno de los ensayos, se realizó en el campo de maniobras de San Gregorio, donde literalmente comprobé el significado de la expresión “masticar el polvo”. Por fin el 17 de mayo CINCO MESES NO ES NADA Y como seguía el tango, “que febril la mirada” cuando se mira hacia atrás y te das cuenta como en tan poco espacio de tiempo pueden pasar tantas cosas. Llegué a la Brigada destinado el 16 de enero, procedente de la Academia de Ingenieros, donde ejercía como profesor del 1.er Curso de Alumnos de la XXXIX promoción de la Escala de Suboficiales. Todos se podrían preguntar a que fue debido tan brusco cambio. La verdad es que me costó bastante emocionalmente desprenderme de tantos años de profesor y de tan buenos alumnos como he tenido, pero era mi deseo y mi ilusión coincidir en un destino con mi hijo, sargento en la 6.ª Cía. de la II.ª BPAC. Volviendo la vista atrás, me acuerdo cuando él, poco antes de salir de la Academia de Infantería, me comentó que quería ir destinado a la BRIPAC, yo le animé para que lo hiciese textualmente con la frase “muy bien hijo, que otros trabajen la bisutería”, acordándome de compañeros míos destinados en esta Unidad con los cuáles siempre que hablaba solo hacían que contarme parabienes de la BRIPAC, de lo duro y gratificante a la vez que era pertenecer a ella. Una vez incorporado, paso a ejercer el mando accidental de la Cía. de Sanidad del GLPAC VI y empiezo a adaptarme. Sufrí mi primer impacto, aunque no contra el suelo, al comprobar que los “paracas” no hablaban mi idioma; CIPAE, CICOTU, MPA, UAL, OPORD, OAL… y un sinfín de siglas que yo no lograba descifrar. Gracias a la inestimable ayuda del


BOINA NEGRA 275
To see the actual publication please follow the link above