2014 TRIBUNA DE HUMANIDADES 21 Día 296º del sitio, 8 de mayo Resultan heridos leves de metralla los tres arrestados: cabo Vicente González Toca y soldados Antonio Menache Sánchez y José Alcaide Bayona. José Alcaide aprovecha un momento de descuido, mientras atendían a sus compañeros en la enfermería, para fugarse por el boquete que había hecho el proyectil. Día 296º del sitio, 9 de mayo Son heridos leves, también por casco de metralla los soldados Pedro Vila Garganté y Francisco Real Yuste. Día 300º del sitio, 12 de mayo Muere a consecuencia de su herida de bala el soldado Salvador Santamaría Aparicio. Día 307º del sitio, 19 de mayo El soldado Marcos José Patanas muere de disentería. Será la última baja. Se rebaja la ración de arroz. Día 316º del sitio, 28 de mayo Se acaba el arroz; solo quedan cuatro latas de sardinas en muy mal estado. Día 320º del sitio, 1 de junio Ante la carencia de víveres, se decide hacer una salida para marchar a la costa. Se destruye el armamento sobrante y se dota a cada soldado con veinte paquetes de cartuchos. Día 321º del sitio, 2 de junio Por fin, este día releyendo un número de El Imparcial (en que se daba la noticia del desastre sufrido por España) que le había llevado unos días antes el enésimo emisario, dio con un suelto en el que se hablaba del destino de un amigo suyo y que por la forma en que estaba redactado, era imposible que se tratara de una falsificación. El jefe del destacamento de Baler, teniente de infantería Martín Cerezo, dolorosamente convencido de la derrota de España, y previo anuncio a sus hombres, solicita el comienzo de las negociaciones para rendir la posición al enemigo. Martín Cerezo hasta el momento de manera persistente y cabezona había rechazado todas las explicaciones, demostraciones y razones de la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas que le habían dado varios comisionados españoles (bien es cierto que entremezclados con estos comisionados hubo algún filipino con artes de engaño). Esta actitud, que a alguno le podría parecer un empecinamiento patológico, no fue más que el fruto del estricto cumplimiento del Reglamento de Campaña, concretamente del Artículo 748 que rezaba así: Recordando que en la guerra son frecuentes los ardides y estratagemas de todo género, aun en caso de recibir orden escrita de la superioridad para entregar la plaza, suspenderá su ejecución hasta cerciorarse de su auténtica autenticidad, enviando, si le es posible, persona de confianza a comprobarla verbalmente. En diciembre de 1903 se exhumaron los cuerpos de los soldados españoles enterrados en la iglesia. Fueron repatriados a España en el vapor “Isla de Panay” junto con los restos de los marineros muertos en el crucero “Reina Cristina” en la batalla de Cavite. Una vez llegados a Barcelona en el mes de abril, los marineros fueron trasladados a Cartagena y los héroes de Baler al cementerio madrileño de Nuestra Señora de la Almudena (posteriormente se enterraron junto a ellos a Martín Cerezo y a Vigil de Quiñones). Fotografía de La Ilustración Artística de Barcelona.
BOLETIN SANIDAD MILITAR 21
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