VETERANOS PARACAIIDIISTAS Íñigo. Mi reconociendo, mi simpatía y mi emoción, por reunirme con todos aquellos que formamos parte del primer Batallón Paracaidista del Ejército de Tierra. Batallón creado en el año 1966, formando parte de la Brigada Paracaidista Y también mi cariño, mi afecto y mi deseo de éxito muy grande el día de mañana, pues tendréis un deseo de superación muy grande, con el Batallón de Zapadores Paracaidista y la Compañía de Transmisiones Paracaidista. Y termino con un brindis, como es natural, y vamos a hacerlo poniendo de manifiesto nuestra lealtad a un Juramento, Juramento que prestamos a España, cuando besamos su Bandera. Damas y Caballeros: ¡por su Majestad el Rey!” 59 ejército, como es nuestro caso. La mano tendida de un amigo que viene a estrechar la tuya, o el abrazo de otro, es una cosa que motiva gozo y satisfacción, como también produce emoción el recordar a quienes ya no van a poder tender su mano ni dar un abrazo. Pero, damas, y caballeros, no es la amistad lo que nos convida hoy a estar aquí. Hay una razón mucho más importante que motiva y que ha movido los hilos de nuestra conciencia para que estemos aquí, y esa razón fundamental se llama compañerismo. Dicen que alardeamos de compañerismo… Pues es cierto. Pero también lo es que en el Ejército, en todas las unidades del Ejército, el compañerismo goza de un prestigio y de un tono especial, sobre todo si lo comparamos con el que pudiera existir entre distintos gremios o grupos de nuestra sociedad. El compañerismo es un sentimiento integrativo, es un factor de cohesión, es uno de los tres pilares sobre los que se sustenta la unidad de las unidades y la unidad de las Fuerzas Armadas en su conjunto. El espíritu militar, de un lado. La lealtad, como vínculo moral que une a sus miembros. Y el compañerismo, como sentimiento, que convierte en fraternales las relaciones entre sus miembros. Ese es el compañerismo, ese es el buen compañerismo. Tenía razón, y tiene razón, el TCol. Rello, cuando en su carta nos invitaba a una comida de confraternización. El buen compañero se alegra de los éxitos y los premios de los demás. No tienen cabida en él, ni la envidia, que corroe las conciencias y los espíritus, ni la murmuración, que destruye la confianza. Tiene en cambio cabida la abnegación, el espíritu de sacrificio, y tantos valores que se dan en nuestra profesión, y también tantos valores que se dan en una sociedad democrática bien constituida. Voy a terminar, pero antes quiero hacer un reconocimiento expreso del suboficial mayor Medina, muerto en Afganistán, promotor de estas reuniones. Me gustaría guardar un momento de silencio en memoria de él. Otro reconocimiento expreso a aquellos que fueron pioneros en las Unidades Paracaidistas. Me estoy refiriendo, a quienes formaron parte de la Sección de Transmisiones de la Agrupación de Banderas Paracaidistas de Infantería. Que aquí están hoy representados por el coronel Ortiz y el comandante Foto superior: los tres jemes en un momento de la cena Foto inferior: mesa con ingenieros paracaidistas veteranos de todas la épocas
BOINA NEGRA 278
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