12 MEMORIAL ARTILLERíA, nº 170/1 - Junio de 2014 ...el MACA debe disponer de materiales con unas capacidades que aporten un valor añadido respecto a las posibilida-des de fuego que ya tienen los Grupos orgánicos de las Brigadas y Comandan-cias Generales... Mando de Artillería de Campaña Radar ARTHUR de Empezando por las bocas de fuego, deben iniciarse los estudios tendentes a la sustitu-ción del material autopropulsado: el obús M- 109-A5 sigue siendo un material válido, pero ya adolece de una considerable antigüedad y ha pasado por sucesivos y frecuentes proce-sos de mejora: siendo necesario disponer de obuses aptos para apoyar a unidades acora-zadas, hay que buscar la renovación del par-que ATP antes de que se llegue al final de la vida útil de estos obuses. La necesidad de contar con lanzacohetes es incuestionable: desde que en 2011 se pro-dujo la baja en servicio del material Teruel, no disponemos de esta capacidad; la artille-ría cohete, de la que están dotados todos los ejércitos de nuestro entorno, aporta capaci-dad de masa de fuego sorpresivo, y es apta para realizar fuegos en profundidad supe-rior a la ACA de las Brigadas. Más aún, dis-poner de lanzadores tipo HIMARS con capacidad para disparar misiles ATACMS, con alcances en torno a los 300 km, facilita al comandante de nivel CE/LCC ejer-cer su acción de mando, al poner en su mano un sistema con capacidad de disuasión, solo por su mera existencia, de consecuencias inclu-so estratégicas. El material 155/52 SIAC, tras un largo de-sarrollo del programa para su entrada en ser-vicio y su dotación a los Grupos, ofrece ya unas prestaciones cualificadas y certifica-das en potencia, precisión y fiabilidad, pero no podemos renunciar a continuar mejoran-do sus condiciones de empleo, y debemos po-ner en sus recámaras unas municiones que le permitan disparar a los alcances de 40 km para los que se ha concebido. Hablando de municiones, este es otro de los capítulos pendientes de mejora; hay que disponer en las Unidades de ACA de muni-ciones de altas prestaciones, para su empleo a mayores alcances, con diversidad de efec-tos, y con precisión exquisita. En el combate actual, en que puede encomendarse desde el más alto nivel el ataque selectivo a un objetivo localizado de valor estratégico, y sin poderse asumir el menor riesgo de daños colaterales, el Jefe operacional, normalmente de carácter conjunto, debe tener en su Artillería de Cam-paña la herramienta capaz de realizar esa ac-ción sin tener que recurrir siempre al arma aérea, al fuego naval o a operaciones espe-ciales. Siendo como es nuestro emblema una bombeta, no puede vislumbrarse una evolu-ción de la Artillería sin una evolución de las municiones. Otro campo de evolución, ya en curso, es lo referente al empleo de Observadores. Debe ampliarse conceptualmente todo lo referido a este valioso elemento, y no pueden desa-provecharse las enseñanzas aprendidas en operaciones, en la que los Observado-res de Fuegos Aéreos (OFA) desplegados se han revelado como un nada desdeñable multiplicador de ca-pacidades, a pesar de no haberse utiliza-
MEMORIAL ARTILLERIA JUN 2014
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