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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 125

PAULINO GARCÍA DIEGO los ingleses. Poco después se enviaba a Buenos Aires a Ignacio de Madariaga, como jefe de la escuadra del Río de la Plata, al frente de los navíos que debían desalojar a los británicos de las Malvinas. la real orden debió de recibirse en Buenos Aires a finales de septiembre de 1768, y en diciembre Bucareli informaba a Arriaga de que estaba en condiciones de cumplirla. A tal efecto daba cuenta del envío a tierra del Fuego del teniente de fragata Manuel Pando, cuyas órdenes eran establecer un puesto y reconocer, de paso, la costa de la Patagonia y la del estrecho de Magallanes, de donde debía expulsar a los ingleses si los encontraba. Entretanto, en las Malvinas, Ruiz Puente había realizado a principios de 1768 un primer reconocimiento, en el que había descubierto indicios de presencia humana en las islas (11). Una segunda expedición, en noviembre del año siguiente, se encontró con una fragata inglesa en el estrecho de san Carlos, entre las islas de Gran Malvina y soledad. Como consecuencia de este hecho se envió a la goleta san Felipe, al mando del teniente Mario Plata, con objeto de indagar sobre su presencia y comunicarle, en el caso probable de que careciese de licencia para operar en aquellas aguas, que debía abandonar las Malvinas. Posteriormente la goleta seguiría reconociéndolas, procediendo del mismo modo con cuantas naves o establecimientos encontrase. En diciembre de 1768, desde Buenos Aires, se había intentado emprender otro reconocimiento, que finalmente no llegó a buen término porque el navío enviado hubo de regresar a causa de los temporales (12). En consecuencia, se organizó una nueva expedición con tres barcos, al mando del capitán de fragata Rubalcava, cuyas órdenes eran expulsar a los ingleses en cuanto se les hallase, limitándose, en caso de que sus fuerzas fuesen superiores, a solicitarles el abandono de sus establecimientos. El 17 de febrero de 1770 Rubalcava fondeó en Port Egmont, pero ante la inferioridad de sus fuerzas se limitó a recopilar información y a presentar las protestas de rigor. El fracaso de las requisitorias a los ingleses que Plata y Rubalcava comunicaron a Buenos Aires a principios de marzo de 1770 llevó a Bucareli a ordenar a Madariaga, jefe de la escuadra del Río de la Plata, que se preparase para expulsar, con las armas si preciso fuera, a los británicos (13). Así las cosas, el 11 de mayo zarpaba de Montevideo la escuadra, compuesta por cuatro fragatas, un chambequín y un bergantín, que transportaban un total aproximado de 1.400 hombres y 140 cañones, fuerzas en conjunto superiores a las británicas. El 10 de junio de 1770, tras cuatro días intentando la capitulación voluntaria, Madariaga abría simbólicamente fuego contra Port Egmont, de modo que el comandante del puesto, capitán Farmer, pudiese (11) AGI, Buenos Aires 552. Carta de Ruiz Puente a Arriaga, 22 de marzo de 1768. (12) AGI, Indiferente General 412, 82. Carta de Bucareli a Arriaga, 1 de mayo de 1769. (13) AGI, Buenos Aires 552. Carta de Bucareli a Madariaga, 26 de marzo de 1770. En ella le ordena que «teniendo presente el constante ánimo del Rey bien explicado en la Real Orden de 25 de febrero de 1768 (…), se disponga v.s. a pasar personalmente a la operación de desalojar indefectiblemente de ahí a los Yngleses con las Armas, si no fuesen suficientes las amonestaciones que v.s. deberá también hacerles a su arribo». 18 REvIstA DE HIstORIA NAvAl Núm. 125


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