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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 125

LA LABOR COLONIzADORA y LA GRAN OBRA DE EsPAñA EN HIsPANOAméRICA Colón. la isla empezó a ser gobernada por jueces letrados, que pasaron a depender de la metrópoli hasta que, medio siglo después, se creó la Capitanía General de Puerto Rico. Este territorio isleño permaneció fiel a España hasta que fue invadido por los Estados Unidos, después de la debacle de Cuba de 1898, pasando a estar desde entonces bajo la órbita de la influencia directa norteamericana y constituyéndose, ya en el siglo xx, como un Estado libre Asociado a Estados Unidos (24). No obstante, desde su independencia ha mantenido una cierta identidad hispana, que aún resiste pese a la fuerte presión de la cultura anglosajona y la política exterior norteamericana. la isla, situada en la parte más oriental del Caribe, pronto sufrió el ataque de piratas y corsarios, a los que la larga cadena de pequeños archipiélagos de islas e islotes que jalonan la región y constituyen una verdadera barrera de separación entre esta y el océano Atlántico proporcionaba una base ideal para sus correrías. Para España era de todo punto imposible ocupar estas islas, ni siquiera con una guarnición reducida. la dispersión de fuerzas y de población que ello habría comportado hubiese ido en detrimento de la conquista y colonización de las Antillas Mayores (Cuba, santo Domingo y Puerto Rico), así como de los territorios del inmenso continente que los ojos de los españoles empezaban a entrever. Pero la atención que la Corona, entre los siglos xvI y xvIII, hubo de prestar a la guerra en Europa, especialmente contra las Provincias Unidas y contra Francia, Inglaterra y después Holanda, acarreó un desgaste militar que debería haberse evitado en beneficio de los territorios de ultramar, que suponían el principal y más importante comercio, resultado de su epopeya colonizadora. Creemos que el imperio español, si se hubiese atendido con más medios militares, mayor número de galeones y mejor gobierno de las capitanías y virreinatos, se habría mantenido más sólidamente y por más tiempo. la miopía de los monarcas españoles y de sus hombres de gobierno, enquistados en inútiles guerras de religión, dejó frecuentemente desprotegidas las ciudades y puertos fundados en América. la insuficiencia de medios defensivos fue aprovechada por piratas y corsarios, así como por las armadas de los países beligerantes contra España, para atacar, asediar y destruir puertos y ciudades importantes de las colonias americanas. Así pues, para los jefes de las capitanías, y posteriormente para los virreyes, era perentorio fortificar todos los puertos y ciudades considerados estratégicos, es decir, aquellos desde los que se establecía un continuo intercambio comercial entre la metrópoli y las colonias. Con frecuencia los barcos españoles, recién zarpados rumbo a España, eran atacados y abordados a pocas millas de la costa. Cargados a veces con oro, plata y ricas especias, sufrían un feroz asalto que solía saldarse con el saqueo de la carga, el asesinato de toda la tripulación y el incendio y posterior hundimiento del navío. Puerto Rico sufrió, como la mayoría de los principales puertos y ciudades, los ataques piráticos y el acoso de los corsarios ingleses y franceses y de los (24) tRIGO CHACóN, Manuel: manual de historia… Año 2014 REvIstA DE HIstORIA NAvAl 41


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