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REVISTA DE HISTORIA NAVAL 125

LA PROmOCIóN DE 1918 DEL CUERPO DE mAQUINIstAs DE LA ARmADA dictó una sentencia de muerte, cinco de reclusión perpetua, dos de doce años y una de tres. Al maquinista seijo, por su participación en el motín, le correspondió la más leve: dos años. Obtuvo la libertad condicional el 8 de agosto de 1938. Posteriormente fue condenado a la pena de separación del servicio por el tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo. Había ingresado en la masonería en 1929, iniciado por su compañero de promoción Epifanio García González, de quien trataremos posteriormente. Falleció en 1944. JUAN GARCÍA BAzáN tampoco siguió carrera. siendo operario en el arsenal de la Carraca solicitó su ingreso en el cuerpo el 14 de junio de 1915. Julio de 1936 le sorprendió en el polígono de torregorda, donde estaba destinado desde el 4 de junio de 1935. se adhirió al «Movimiento Nacional», pero desde el primer momento se proceder fue considerado «muy dudoso», por lo que por orden de 25 de julio de 1937 se le retiró del servicio. Diversas fuentes sin confirmación documental alguna informan de que se suicidó. En zona republicana permanecieron y no siguieron carrera Belmonte, Del Cerro, Fernández y Gutiérrez, y la pudo continuar Díaz Espiñeira. JOsÉ BElMONtE vIDAl. Cuando solicitó su ingreso, en 1915, estaba trabajando en el taller de máquinas de la sECN en Cartagena, cuyo ingeniero jefe era H.E. Reeves. Destinado en la estación de submarinos de Cartagena desde 5 de noviembre de 1935, en los primeros y confusos momentos del golpe militar, que en el departamento se resolvieron con el triunfo de los partidarios del gobierno, fue nombrado jefe de la base de submarinos, posiblemente por influencia del segundo maquinista Gutiérrez Pérez. tras los sucesos de marzo de 1939 y el fin de la guerra no quiso o no pudo escapar con la Flota. Juzgado en la causa 8/39, un consejo de guerra celebrado el 15 de abril de 1939 le condenó a reclusión perpetua «como autor del delito de rebelión», aunque, como era habitual, posteriormente se le indultó. FRANCIsCO DEl CERRO JIMÉNEz. tras trabajar dos años en el taller de cerrajería y forja de Pedro Fuentes Pérez en Cartagena, solicitó su ingreso en la Armada el 28 de mayo de 1916. los sucesos de julio de 1936 lo encontraron destinado en las defensas submarinas de la base naval de Mahón, donde servía desde el 12 de abril de 1934. No consta que participase en lo sucedido en aquella base (recuérdese los asesinatos en la Mola), y por ello en la causa 447/40 del Departamento de Cartagena, en consejo de guerra celebrado el 27 de agosto fue absuelto; a pesar de ello no fue considerado afecto al nuevo Estado y por ello pasó a retirado forzoso el 28 de abril de 1941 en aplicación de la ley de 12 de julio de 1940. EUsEBIO FERNáNDEz vázQUEz. Desde el año 1925 estaba atrasado en el ascenso (lo adelantaron las promociones de 1919-1920 y 1921), bien por Año 2014 REvIstA DE HIstORIA NAvAl 75


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