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CUADERNO DE PENSAMIENTO NAVAL 16

J. M. GUTIÉRREZ DE LA CÁMARA SEÑÁN la dotación desplegó gran actividad para tratar de mantener el barco a salvo, aunque no se pudieron poner en función los servicios de contraincendios. los heridos fueron llevados a cubierta, donde eran atendidos con todo el cariño posible por los médicos de a bordo, acabando con todos los medicamentos de la enfermería, siendo imposible relatar la cantidad de actos de heroísmo y espíritu de sacrificio que se demostraron. Se apagaron varios incendios y se destruyó toda la documentación secreta, claves, etc. Se arrojaron al agua proyectiles envueltos en llamas, continuando el personal de maquinas en sus puestos para intentar comunicar calderas por todos los medios. Sobre las 0500, ya con las hélices fuera del agua, el oficial más antiguo dio la orden de abandono del buque, arrojándose al agua todos los objetos flotantes. Poco después el buque escoró a estribor arrojando al agua a todos los que estaban en cubierta, heridos y no heridos, arrastrando al fondo a unos 800 hombres. los botes de los ingleses recogieron a muchos náufragos que se encontraban en el agua nadando o agarrados a tablones, salvándose un total de 435 náufragos (25). (Ver 9.ª conclusión). Cuando Bilbao fue tomado por las tropas nacionales, los barcos mercantes matriculados en las provincias vascongadas habían quedado sin ningún puerto del Cantábrico que les sirviese de base para su ejercicio comercial y buscaron refugio en puertos ingleses y franceses. El Gobierno republicano ordenó la requisa de todos estos barcos el 29 de junio de 1937. Esta disposición permitió que continuaran prestando servicios dentro del comercio exterior y generando divisas. Para poder ejercer esta actividad, un agente en el exilio del gobierno vasco, creó la naviera Mid Atlantic Shipping Company Limited, que se mantuvo operativa durante toda la guerra llegando a disponer de 79 barcos. Para no tener problemas con el Reino unido, la naviera empezó contando con cinco barcos ingleses, sumados a los españoles, y así el gobierno de Valencia impulsó las actividades de esta empresa, empleando a los cinco mercantes ingleses para el aprovisionamiento de guerra de los puertos del levante español. El Gobierno republicano, siguiendo la política de máxima utilización posible de los barcos españoles, y para dar salida a muchos de los barcos requisados, que se encontraban en los puertos británicos, holandeses, belgas y franceses, los alquiló a la compañía Anglo-Soviet, fletándose a los soviéticos 14 unidades. El tráfico de estos barcos se efectuaba fundamentalmente entre Rusia y Gran Bretaña, para la obtención de divisas, y en ocasiones a Francia. Existía además otro tráfico más dañino para los intereses nacionales, que era el de barcos de bandera extranjera, generalmente inglesa o francesa, que se (25) ibídem. tomo iii, pp. 2.176-2.204. 34 CuADERNoS DE PENSAMiENto NAVAl Número 16


CUADERNO DE PENSAMIENTO NAVAL 16
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