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EJERCITO DE TIERRA SEPTIEMBRE 2016

Seguridad y Defensa REVISTA EJÉRCITO • N. 905 SEPTIEMBRE • 2016  19  la Comisión Europea en relación con la seguridad y defensa deberían ser «ratificadas por el Consejo» para configurarles mayor fuerza política. El BREXIT podría tener efectos beneficiosos en ese sentido al descontar la histórica oposición del Reino Unido a estas iniciativas que, incluso a punto de estar fuera de la UE, aún insisten en ellas. En otras palabras el objetivo sería desarrollar, ahora, una «Unión de Seguridad y Defensa» en Europa en estrecha cooperación con una OTAN mucho más europea y con liderazgo más europeo. Sin embargo la adaptación y reforzamiento interno de la OTAN en cooperación con la UE no es suficiente sin un reforzamiento del vector político con Rusia. Pero esto no sería posible si los países Visegrad y otros aliados del este de Europa siguen siendo un obstáculo en la necesaria asociación estratégica con Rusia. Por otro lado los nuevos nacionalismos y populismos que están apareciendo en Europa no son, precisamente, el mejor camino para reforzar la Unión Europea y permitir desarrollar esta estrategia. A pesar de todo, la idea de potenciar la PCSD (Política Común de Seguridad y Defensa) en la UE y potenciar una OTAN más europea tiene limitaciones debido a que Alemania no está aún en una posición para liderar la Europa de la Defensa por razones políticas e institucionales; a que España e Italia no tienen suficiente peso político y militar para hacerlo y a que Francia, única nación con Fuerza Nuclear de la UE y miembro permanente del CSNU (Consejo de Seguridad de Naciones Unidas), se ha quedado sola como actor relevante en seguridad y defensa en Europa después del BREXIT. Por último, tengo la impresión de que los EEUU no desean liderar la OTAN en la forma que lo ha estado haciendo hasta la fecha. EEUU quiere una OTAN más europea y que los europeos asuman mayores responsabilidades de liderazgo de la Alianza, pero los deseos no son suficientes. Por otro lado, el nuevo mapa geopolítico que se está dibujando en Medio Oriente, la necesidad de negociar con los actores principales que ayuden a resolver el problema en Siria e Irak, teniendo en cuenta el proceso radical de islamización de Turquía, requieren un compromiso firme de los europeos, que debería concretarse en una Alianza más europea y comprometida con los desafíos en la vecindad ampliada de Europa y en una Asociación Estratégica con Rusia. En definitiva, el mundo necesita una Alianza transformada y reforzada en una Europa mucho más fuerte y decidida en el escenario internacional y para ello se requiere una OTAN mucho más europea, con liderazgo europeo, con un mayor compromiso de los europeos en su seguridad y defensa. Sin embargo, en la Cumbre de la Alianza celebrada en Varsovia justo 25 años después de la disolución del Pacto de Varsovia, las naciones aliadas se han posicionado entre dos posturas, los países citados del Tratado Visegrad con sus aliados y simpatizantes que deseaban una postura clara de disuasión y defensa hacia Rusia y el resto que prefería el modelo de orientación 360º, atender a riesgos y amenazas en todas direcciones, entre las que se encuentra España. Alemania se postulaba por incluir el diálogo entre la disuasión y defensa. Los tres objetivos generales más destacados de lo acordado en Varsovia son: a) reforzar la cohesión y solidaridad aliada evitando la regionalización de la seguridad, b) Reforzar la disuasión y la defensa y c) establecer una alianza adaptable a las circunstancias. En cuanto a los acuerdos concretos derivados podemos citar: a) reforzar la disuasión y establecer una fuerte defensa, b) proyectar estabilidad, c) diálogo con Rusia, d) mejorar la interoperabilidad y e) establecer una asociación estratégica con la UE y otros. De todos ellos el más destacado sin duda es el primero como veremos a continuación. A pesar de la insistencia de Alemania por recoger el concepto de Diálogo en la Disuasión / Defensa con Rusia lo que ha trascendido ha sido la creación de una Very High Readiness Joint Task Force (VJTF) con 7 naciones marco, la primera ha sido España en el 2016; el despliegue de 8 NATO Forces Integration Units (NFIU) en los ocho aliados con frontera con Rusia (EST, LET, LIT, POL, ROU, BUL, SLK y HUN) para facilitar un despliegue rápido de la VJTF que ha pasado de 13 mil a 40 mil militares; el despliegue de 4 batallones multinacionales en los tres aliados bálticos y Polonia con 4 naciones marco (USA, GBR, GER y CAN); el reforzamiento de un cuartel general de nivel CE en Polonia y uno de nivel División en Rumanía. Además de ello se han realizado 300 ejercicios


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