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EJERCITO DE TIERRA SEPTIEMBRE 2016

interés, los países y agencias estatales con nuestro Centro de Excelencia. DESAFÍO EN MATERIA C-IED Debemos ser conscientes de que la amenaza IED es y será global, que los «artefactos caseros» seguirán siendo utilizados en el futuro, que las leyes nacionales e internacionales no facilitan la cooperación y el intercambio de información, que la lucha contra IED es una tarea común y un compromiso compartido que requiere una rápida respuesta en su neutralización y un gran esfuerzo en I+D+i17, y que hay que evitar en un futuro ir siempre «un paso por detrás del adversario». En el caso de incidentes en territorio nacional, no hay que olvidar que la responsabilidad es de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, agencias de seguridad, centros de inteligencia y demás organizaciones gubernamentales, que podrán coordinar y solicitar en su caso el apoyo de las Fuerzas Armadas y sus capacidades C-IED, y que las Fuerzas Armadas son responsables de los incidentes IED que se producen en zona de operaciones. Los esfuerzos deben estar dirigidos a potenciar la capacidad contra IED de la OTAN, de los países miembros del COE y, en general, de la comunidad internacional. En concreto, se debe elevar el nivel de disponibilidad de la capacidad en ejercicios multinacionales, incorporar la lucha contra IED en la doctrina nacional y supranacional e integrarla en las fases de planeamiento, todo ello considerando las «lecciones 90  REVISTA EJÉRCITO • N. 905 SEPTIEMBRE • 2016 aprendidas» de anteriores escenarios (capacidades desarrolladas en ISAF18 e Irak). La generalización del uso de los IED en los conflictos y sus consecuencias (económicas y materiales, reducción de la libertad de acción, empleo de medios específicos, psicológicas) obligan a considerar el C-IED como un elemento clave en la protección de la fuerza. Un concepto verdaderamente innovador, que ya aparece en los foros OTAN y en la doctrina nacional (sobre todo hablando de ciberseguridad), es la resiliencia o capacidad de un sistema u objeto para recuperar sus condiciones o características iniciales después de haber estado sometido a una fuerte alteración. En el entorno contra IED, si hablamos de las infraestructuras nacionales, de seguridad e instituciones, cabe plantearse la siguiente pregunta: ¿puede nuestra sociedad asimilar futuros ataques con IED, desarrollar medidas para su lucha y mitigación, sin comprometer los valores nacionales y nuestro modo de vida? LÍNEAS DE OPERACIÓN EN LA LUCHA CONTRA IED El desarrollo de acciones que permitan predecir, impedir, detectar, neutralizar y mitigar los efectos del empleo del IED es el objeto de las operaciones contra IED. El fin perseguido es destruir o desarticular un potencial IED enemigo antes de que pueda ser utilizado. Las posibles soluciones para encarar la amenaza podríamos encuadrarlas en estos cuatro aspectos: conocimiento común de la amenaza IED (explotación de la información y recolección de evidencias: curso WIT y los laboratorios de IED); control de los componentes (precursores químicos19, explosivos comerciales y componentes de tecnología dual); intercambio de información entre agencias; y resiliencia institucional, doméstica y de infraestructuras. CONCLUSIONES La manera de responder a este tipo de amenazas requiere del empleo de todas las capacidades necesarias con las que cuenta una nación, no exclusivamente con recursos militares. La coordinación de esas capacidades o medios es necesaria, tanto en sentido vertical como horizontal, desde el ámbito político hasta el táctico, para poder alcanzar el fin político establecido. Emblema de brazo del COE C-IED


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