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MEMORIAL CABALLERIA 78

Historia 85 HISTORIA Se produjo una revuelta de sus seguidores que el rey se encargó de aplacar, no sirviendo de nada la ayuda que su mujer solicitó del papa por ser la orden de Santiago protegida papal. Tras dos meses en Portillo fue trasladado a Valladolid y el 2 de junio de 1453 fue decapitado en la plaza mayor de esta misma ciudad. Su cabeza permaneció expuesta en una pica durante nueve días. Juan II solo sobrevivió un año a su fiel amigo; se dice que murió de pena, por su mala conciencia. La reina Isabel de Portugal empezó con sus delirios. Este fallo para el reino lo compensó el rey antes de morir con el nombramiento de Chacón, amigo íntimo de don Álvaro de Luna, como tutor de la futura Isabel de Castilla. Los restos de don Álvaro de Luna los recuperó su familia y hoy descansan en la capilla de los Luna en la catedral de Toledo. BELTRÁN DE LA CUEVA Este gran personaje histórico nació en Úbeda (Jaén) en el año 1435 y en la actualidad vuelve a ser recordado gracias a la serie de TVE Isabel. Es, al igual que en el caso de don Álvaro de Luna, un ejemplo de ascenso meteórico dentro de la corte castellana, con la diferencia de que el primero lo consiguió gracias al rey Juan II y Beltrán a través de su hijo Enrique IV de Castilla. En el segundo año del reinado de Enrique IV, por cierto natural de Valladolid, este realiza un viaje a Úbeda y se hospeda en la casa del regidor Diego Fernández de la Cueva, padre de Beltrán. El rey, para agradecer su hospitalidad, le ofrece la posibilidad a Diego de que uno de sus hijos entre en la corte como su paje de lanza. En 1459 ya es nombrado comendador de Uclés, entrado a formar parte de esta forma de la orden de Santiago. Poco después ya es el favorito real y se convierte en condestable de Castilla, con lo que desplaza a otros nobles como el marqués de Villena, don Juan Pacheco, que se vuelve a convertir en enemigo de otro protegido del rey. También recibe, mediante un documento expedido en Valladolid, la donación de la villa de Colmenar de Arenas, que en su honor pasó a llamarse Mombeltrán. En 1462 sucede un hecho peculiar. La reina Juana de Portugal da a luz a una niña que llevará el nombre de Juana. Días después Enrique IV otorga a Beltrán el maestrazgo de la Orden de Santiago, cargo que correspondía a su hermano el infante Alfonso, y que le proporcionaba un poder económico y militar de primera magnitud en Castilla. Esta casualidad da pie para que los nobles castellanos se encarguen de bautizar a la recién nacida con el sobrenombre de la Beltraneja, y alimentar el rumor de las relaciones entre la reina y su vasallo. Beltrán de la Cueva es una de las mejores espadas del reino y no duda en demostrarlo cuando tiene oportunidad. Casa con doña Mencía de Mendoza y Luna, hija del duque del infantado y sobrina del cardenal Mendoza, con lo que Beltrán pasó a formar parte de la familia Mendoza. La intranquilidad de los nobles se plasma con una conjura para acabar con el rey y su valido. Entre estos nobles se encuentran el marqués de Villena, el arzobispo de Toledo Alfonso Carrillo, el maestre de la orden de Calatrava Pedro Girón, el conde de Benavente y el conde de Plasencia. El objetivo de estos fracasa y se entablan abiertas disputas entre ambos bandos. En 1464 el bando de Pacheco obliga al rey, en Cabezón de Pisuerga, a despojar a Beltrán de su título de Gran Maestre de la orden de Santiago y pasa a ser desterrado de la corte. Enrique IV compensa con creces a Beltrán por su pérdida y a partir de aquí pasará a ser duque de Alburquerque, conde de Ledesma, conde de Huelma y señor de las villas de Cuéllar, Roa, Anguix, Mombeltrán, La Adrada, La Codosera, Molina, Aranda, Atienza y otras posesiones menores. A la muerte del rey Enrique IV en 1474, Beltrán pierde su poder dentro de la corte y se retira para hacerse cargo de sus muchas posesiones.


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