Ensayo Base Paracuellos Foto propia. IIBon Posiblemente, el día que queda más en el recuerdo es el penúltimo, el del ensayo general (domingo, 11 de octubre), con la visita e inspección del General Jefe de la DIACU (Dirección de Acuartelamiento)9. Ese día estaban previstas tres vueltas al circuito establecido. En total, 6 últimos km,s, que debían poner punto y fi nal a los ensayos. En esos momentos, se sabe que el trabajo está hecho, pero hay que certifi carlo pasando bien ante la Tribuna, una vez más. Todas las Agrupaciones forman en el mismo sitio, y una tras otra, en el orden marcado, van iniciando el recorrido simulado de la Castellana. La espectacularidad del momento se demuestra viendo la evolución de todas las Unidades, pero especialmente en los momentos de parada entre vueltas. Las diferentes Bandas efectúan “duelos” musicales: la de la BRIPAC, la de la Legión, Regulares... se desafían unas a otras, cada una eligiendo el repertorio que mejor dominan. Enseguida, entran en escena los gastadores. El espectáculo sube de tono y ahora también es visual. Todos están pendientes de la altura que alcanzan los fusiles lanzados al aire por los gastadores de la Legión, o de la BRIAC XII o de los paracaidistas. Para los Cadetes y para los alumnos de la AGBS el momento es inolvidable y justifi ca por sí solo su estancia allí. 44 Armas y Cuerpos Nº 131 El 12 de octubre Al fi n llega el ansiado día. Se comienza muy temprano. Hay que levantarse pronto porque hay que recoger el equipo, vestirse con el uniforme de época, dejar los locales de la ACINF en perfecto estado de revista, y embarcar en los autobuses para poder llegar al Paseo del Prado (Zona de Espera) antes de las 08:30 h. A todo eso se une la tensión del momento y, ¡cómo no!, la permanente amenaza de lluvia, que al igual que el año pasado, podría aparecer en el peor momento. A las 08:15 h. la expedición llegó a la zona de aparcamiento de autobuses. El comienzo del desfi le terrestre estaba marcado a las 11:30 h. Más de 3 horas, por tanto, en Zona de Espera. Puede parecer que es excesivo, pero cuando uno llega a la Castellana para desfi lar ante SSMM los Reyes y ante los españoles, el tiempo pasa muy rápido. El contacto con el público que, desde primera hora, está esperando es emocionante. Familias enteras se acercan a hablar con el personal que está formado, piden fotos, hablan con todos, les preguntan... Es un ambiente festivo, de ilusión y orgullo por estar ahí para los cadetes, pero también de admiración y afecto de los que se acercan. Son momentos entrañables que hacen que uno disfrute plenamente de su condición de militar y, en particular, de pertenecer a la AGM. En esos instantes de espera no puede faltar el himno de la Guardia Civil, en
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